Dante
inicia la composición de La Divina Comedia, en 1307, año en que fue desterrado
de Florencia por problemas políticos. Dicha composición se prolongó hasta 1319;
prácticamente, doce años se dedicó Dante a escribir esta obra, de allí que
Jorge Luis Borges haya considerado a esta epopeya religiosa como la obra más
perfecta de la humanidad.
El
primer punto que debemos destacar es el carácter alegórico de la composición.
Por ejemplo la presencia del número 3, que simboliza la Santísima Trinidad
(tres son los reinos que visita Dante, tres las fieras que se aparecen en la
Selva oscura, tres los rostros de Lucifer, la estrofa utilizada es el terceto)
Otro punto que debemos señalar es la finalidad religiosa de la obra: Dante
escribe La Divina Comedia para inducir a la humanidad a apartarse del pecado y
optar por el camino de la virtud, el fin trascendental de esta epopeya es
orientar a los cristianos para conducirlos por el camino del bien.
En la
obra, Dante finge hacer un viaje imaginario, que se inicia la noche del viernes
santo del 8 de abril de 1300 (cuando el poeta tiene 35 años), comenzando su
peregrinación por el infierno, el Purgatorio y el Paraíso.
❶ El Infierno
Tiene
el poeta 35 años cuando finge encontrarse perdido en medio de una selva oscura
(pecado), llena de tupidos árboles que le hacen perder la ruta, aquella de la
virtud y la fe. El primer terceto con que se inicia la obra es el siguiente:
“En medio del camino de la
vida.
Errante me encontré por selva
oscura,
en que la recta vía era perdida”.
Después
de muchas horas de angustia, ve a lo lejos la primera luz del alba sobre una
colina cercana que representa la vida virtuosa. Se dirige hacia ella, pero le
obstruyen el camino tres bestias feroces, un león (soberbia), una loba
(avaricia) y una pantera (lujuria). Estos vicios le impiden al hombre salir del
pecado y tomar el camino de la virtud. Sin embargo, se le presenta la sombra de
Virgilio (enviado por Beatriz), el poeta latino que simboliza la razón humana,
y le comunica que le va a servir de guía, pero que para salir de esta selva
oscura (pecado), primero tiene que atravesar el infierno, después el purgatorio
para finalmente llegar al paraíso. Y es así como inician su viaje por los
reinos de ultratumba. El primer reino que visitan es el infierno, que Dante
imagina como un inmenso cono invertido, que va desde la superficie del
hemisferio septentrional hasta tocar con el vértice del centro de la tierra
donde se encuentra Lucifer. Al ingresar Dante al infierno, lee sobre las
puertas de este primer reino la siguiente inscripción:
“Por mí, se va a la ciudad doliente
por mí se va al eterno tormento:
por mí se va tras la
perdida gente”
El
infierno consta de un ante infierno y posteriormente de 9 círculos; el primero
de ellos es el limbo, en los cuatro siguientes se castigan a los incontinentes
(lujuriosos, golosos; avaros y pródigos; iracundos, indolentes, soberbios y
envidiosos). Al otro lado de la laguna del Estigia, se encuentra la ciudad del
Dite, donde son castigados los maliciosos (herejes, violentos, fraudulentos y
traidores) en los siguientes cuatro círculos del infierno y en el centro de la
tierra se encuentra Lucifer, considerado el más grande traidor de la historia.
ⓐAnte infierno
Llamado
“el vestíbulo de los cobardes”. Aquí se encuentran los cobardes; aquellas
personas que no se dignaron a hacer el bien ni tampoco el mal. Los cobardes
están condenados a correr eternamente tras una bandera que no tiene ningún
significado, hostigados incesantemente por tábanos y avispas. Atravesando el ante-infierno,
Dante llega a orillas del Aqueronte (alimentado por las lágrimas del género
humano). Para cruzar este río, solicitan los servicios de Caronte, “el barquero
de la muerte”, que transporta a las almas pecadoras a la otra orilla del
Aqueronte.
ⓑCírculo Primero:
Limbo
Después
de atravesar el Aqueronte, Dante se encuentra en el primer círculo del
infierno, el Limbo, donde se hallan los muertos sin bautismo (uno de ellos es
Virgilio). No son sometidos a ninguna pena material; pero están privados eternamente
de la Beatitud.
ⓒCírculo Segundo:
Lujuriosos
En el
umbral del segundo círculo está Minos, juez infernal, que escucha la confesión
de las almas pecadoras y señala el círculo a donde irán a parar, de acuerdo al
pecado cometido, envolviendo la cola a su cuerpo cuantas veces sean los
círculos que debe descender el alma penitente. Minos quiere impedir el ingreso
a Dante, pero Virgilio le advierte que el poeta es enviado por mandato divino.
Entre
los lujuriosos que observa Dante están Cleopatra, Helena, Dido, Aquiles, Paris
y Tristán. Ellos son empujados por un viento impetuoso de aquí para allá;
representación magistral del instinto que domina y arrastra la voluntad del
hombre, haciéndoles perder todo dominio sobre sí mismos. Este viento los empuja
y revuelve; percutiéndolos unos contra otros.
ⓓCírculo Tercero:
Golosos
El
guardián del tercer círculo es Cerbero, el perro de las tres fauces siempre
hambrientas. El pecado que se castiga en este tercer círculo es la gula (exceso
en el comer y beber). Los golosos están condenados a engullir por toda la
eternidad una mixtura repugnante, formada por la lluvia negra que ellos reciben
y el fango producido por la tierra.
ⓔCírculo Cuarto:
Avaros y Pródigos
El
guardián del cuarto círculo es Plutón, quien al divisar a Dante, intenta con
vano esfuerzo detenerlo. Los avaros y los pródigos durante la vida no pensaron
sino en acumular dinero los unos y en gastarlo desordenadamente los otros,
ahora ambos están condenados a empujarse recíprocamente enormes pesos con el
pecho, gritando cada uno de ellos: “¿por qué agarras?”, “¿por qué
sueltas?".
ⓕCírculo Quinto:
Iracundos e Indolentes, Soberbios y Envidiosos
La
laguna de Estigia que circunda la ciudad de Dite a modo de defensa, es el lugar
de pena reservado a los iracundos, que, continuamente, se golpean a sí mismos
ensangrentándose, y a los indolentes que, como en la vida fueron contrarios a
todo trabajo útil, tristes y tediosos, así ahora no hacen más que suspirar bajo
aguas de la laguna. Más allá, cerca de la ciudad de Dite, se encuentran los
soberbios y los envidiosos, cuyos castigos son parecidos a aquellos de los
iracundos. Posteriormente Dante y Virgilio cruzan la laguna Estigia gracias el
barquero Flegias. Llegan a las puertas de la ciudad de Dite, las cuales son
abiertas por un ángel de Dios.
ⓖCírculo Sexto:
Herejes
Una
vez en la ciudad de Dite, Dante y Virgilio contemplan el sexto círculo donde
son castigados los herejes, quienes están dentro de sepulcros ardientes, con
las tapas levantadas, formando una corona de fuego alrededor de las murallas
internas de la ciudad.
ⓗCírculo Séptimo:
Violentos
El
guardián del séptimo círculo es el Minotauro, monstruo con cuerpo humano y
cabeza de toro. Este séptimo círculo está dividido en tres jirones. En el
primer jirón, se encuentran los violentos contra el prójimo (homicidas,
devastadores de países, corsarios y ladrones de caminos), quienes se hallan
sumergidos en el Flegelonte, río de sangre hirviente, vigilados y flechados por
los centauros. En el segundo jirón, se encuentran los violentos contra sí
mismos (suicidas) quienes están convertidos en árboles que son mordidos por
negras perras hambrientas, provocándoles agudos gritos de dolor. En el tercer
jirón se encuentran los violentos contra Dios (blasfemadores), quienes son
expuestos a una continua lluvia de fuego.CORRESPONDEN A LOS SIETE PECADOS CAPITALES
ⓘCírculo Octavo:
Fraudulentos
El
guardián del octavo círculo es Gerión, verdadera imagen del fraudulento; tiene
la cara de hombre justo y honesto pero el cuerpo de serpiente. El octavo
círculo está divido en diez fosas concéntricas, llamadas “Bolges” o sacos,
donde son castigados los fraudulentos.
ⓙCírculo Noveno:
Traidores
En el
noveno se encuentran aquellos que despreciaron el calor del cariño: los
traidores. Este círculo está divido en cuatro fosas:
✍Fosa Caína, donde se
encuentran los que traicionaron a su sangre (parientes), quienes están
congelados desde los pies a la cabeza en la laguna Cocito.
✍Fosa Antenora, donde están los
traidores a la patria, quienes también se hallan congelados de los pies a la
cabeza.
✍Fosa Tolomea, que alberga a
los traidores a la amistad, los cuales, al igual que los anteriores pecadores,
también están sumergidos en el cocito.
✍Fosa Judeca, en donde se
encuentran los traidores a su amo y señor. En el centro de esta fosa se
encuentra Lucifer, quien tiene la mayor parte del cuerpo congelado; en vez de
brazos tiene alas de murciélago, su cabeza tiene tres rostros: uno de color
rojo, que representa el odio, en el cual mastica la cabeza de judas; el otro
color amarillo, que representa la impotencia, en donde mastica el cuerpo de
Bruto, y un último, color negro, que representa la ignorancia, en el cual
mastica el cuerpo de Casio.
Cuando
Dante observa a Lucifer no puede soportar tan horrible espectáculo y está a
punto de desfallecer, Virgilio aprovecha que Lucifer extiende las alas para
cruzar hacia el otro lado. A lo lejos, distinguen una montaña que emerge sobre
el mar, representación alegórica del purgatorio.
Debe
tenerse en cuenta que el recorrido de Dante por el infierno es en forma
descendente, desde el pecado más leve hasta el pecado más grave, simbolización
magistral de la degradación del hombre.
❷ El
Purgatorio
Dante
y Virgilio han logrado salir de las entrañas del infierno y ahora contemplan el
Purgatorio, reino que Dante coloca en una isla situada en las antípodas de
Jerusalén.
Una
isla en forma de montaña, en la cual se pueden distinguir los círculos o
colinas de los pecadores, en donde las almas penitentes purifican sus espíritus
a través del arrepentimiento. Este segundo reino está también dividido como el
infierno en nueve partes: Antepurgatorio, los siete círculos y el Paraíso
terrenal. El guardián del Purgatorio es Marco Poncio Catón.
✎Antepurgatorio
El
primer lugar que Dante y Virgilio visitan es el antepurgatorio, donde las almas
llegan en una barca impulsada por el ángel Nauta que viene desde el Tíber. Las
almas del Antepurgatorio pertenecen a aquellos que se arrepintieron del pecado
a última hora y su castigo consiste en tener que quedarse esperando al pie del
Monte por un tiempo más o menos largo. Después de haber atravesado el
Antepurgatorio, Dante y Virgilio se encuentran ante la Puerta del Purgatorio,
delante de esta puerta el poeta observa tres escalones que representan los
grados teologales de la penitencia, el primero de mármol blanco
(arrepentimiento), el segundo, color rosa (confesión) y el tercero, color rojo
vivo (el ardor de la caridad y el amor después de la confesión). Sobre el
tercer escalón, está sentado el Ángel Portero delante del cual Dante,
postrándose y golpeándose el pecho, pide misericordia para que le abra la
puerta. Al ingresar al Purgatorio, un ángel dibuja en la frente de Dante siete
letras “p” (siete pecados capitales).
Dante
imagina el Paraíso según el sistema cósmico de Ptolomeo, con un planeta al
centro y nueve planetas más girando a su alrededor.
Dante,
junto a Beatriz, va a visitar estos nueve planetas o cielos, en los cuales
habitan los ángeles de Dios, quienes gozan de la paz y beatitud que le otorga
el Creador. Los diez planetas que visita Dante son los siguientes:
✍ Primer Planeta: Luna.
✍ Segundo Planeta: Mercurio.
✍ Tercer Planeta: Venus.
✍ Cuarto Planeta: Sol.
✍ Quinto Planeta: Marte.
✍ Sexto Planeta: Júpiter.
✍ Séptimo Planeta: Saturno.
✍ Octavo Planeta: Cielo Estelar
✍ Noveno Planeta: Cristalino (Aquí Beatriz lo abandona y acude en
su
ayuda San Bernardo, quien lo guía al Empíreo).
✍ Décimo Planeta: Empíreo.
Cabe
señalar que el objeto de esta obra fue el inducir a la humanidad a meditar más
seriamente sobre el pecado y sobre el modo de librarse de él, a fin de poder
gozar de la paz del alma en la tierra y ser digno de la beatitud en el cielo.
Este epopeya fue denominada “Comedia” por su autor, porque, como en las
comedias, todo llega a feliz término: el encuentro de Dante con Beatriz, y
posteriormente, con Dios.
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La
Divina Comedia de Dante Alighieri (fragmentos en prosa)
el infierno
canto iv
rompió el profundo sueño de mi mente un gran trueno, de
modo que cualque a la fuerza
despierta, me repuse; la vista recobrada volví en torno ya puesto en, mirando fijamente, pues quería saber en dónde estaba.
en verdad que me
hallaba justo al borde del valle del abismo doloroso, que atronaba con ayes
infinitos.
oscuro y hondo era y
nebuloso, de modo que, aun mirando fijo al fondo, no distinguía allí cosa
ninguna.
«descendamos ahora al ciego mundo --dijo el poetaamortecido -: yo iré primero y tú vendrás detrás. » y al darme cuenta yo
de su, dije: « ¿cómo he de ir si tú te asustas, y tú a mis dudas sueles dar
consuelo?» y me dijo: «la angustia de las gentes que están aquí en el rostro me
ha pintado la lástima que tú piensas que es miedo.
vamos, que larganos espera. » así me
dijo, y así me hizo entrar al primer cerco que el abismo ciñe.
allí, según lo que
escuchar yo pude, llanto no había, mas suspiros sólo, que al aire eterno le
hacían temblar.
lo causaba la pena sin tormento que sufría una grande
muchedumbre de, de niños y de.
el buen maestro a mí:
«¿no me preguntas qué espíritus son estos que estás viendo? quiero que sepas,
antes de seguir, que no pecaron: y aunque tengan méritos, no basta, pues están
sin el bautismo, donde la fe en que crees principio tiene.
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La
Divina Comedia Dante
Nos metimos en un bosque no señalado por sendero alguno.
No verdes frondas, mas de color oscuro, no rectas ramas, sino nudosas y enredadas, no había frutas, sino espinas venenosas.
Ni en tan ásperos bosques moran, ni en tan espesos, aquellas fieras salvajes que aborrecidos tienen los cultivados campos entre Cecina y Corneto.
Aquí su nido hacen las tétricas Arpías,
Alas tienen anchas, y cuello y rostro humanos, pies con garras, y el gran vientre emplumado: lanzan lamentos sobre los árboles extraños.
Y el buen Maestro: Antes que más te adentres, sabe que te hallas en el segundo recinto, comenzó a decirme, y aquí estarás,
hasta que veas el arenal horrible. Por tanto atento mira, y así verás cosas que darán fe de mis palabras.
De todos lados oía gemidos y no veía a nadie que gimiera: por donde temeroso me detuve.
Yo creo que él pensaba que yo creía que tantas voces, de la espesura, eran de gentes que de nosotros se ocultaban.
Sin embargo, dijo el Maestro, si quiebras de una de estas plantas una rama, la idea que tienes verás que es errada.
Extendí entonces la mano hacia adelante y una ramita cogí de un gran endrino: y su tronco gritó: ¿Por qué me quiebras?
Quedó entonces de oscura sangre teñido y volvió a gritarme: ¿Porqué desgarras? ¿No tiene tu espíritu piedad alguna?
Hombres fuimos y ahora nos han hecho plantas: bien debería ser más piadosa tu alma aunque fuéramos de sierpes almas.
Como el tizón verde, que encendido en un extremo, por el otro gotea, y chilla en el soplo que arroja fuera,
así del leño aquel brotaban juntas sangre y palabras: así dejé caer la rama, y me detuve como el que teme.
Si éste hubiera podido creer primero, repuso el Sabio mío, ¡Oh alma herida!, lo que antes había visto en mis rimas,
no habría hacia ti alargado el brazo; mas lo increíble de la cosa hízome inducirlo a obrar, lo que a mi mismo pesa.
Mas dile quien tú fuiste, que así por manera de enmienda, tu fama refresque allá en el mundo, a donde tornar puede.
Y el tronco: Si con dulces palabras me llevas, callar no puedo; a vosotros que no os pese porque un poco a razonar me entretenga.
Yo soy aquel que tuvo las dos llaves del corazón de Federico, y que las giré abriendo y cerrando tan suave,
que de su confianza a todo hombre aparté: mi fidelidad puse en aquel glorioso oficio, tanta que allí perdí venas y pulsos.
La meretriz, que no apartó nunca del palacio de César sus ojos putos, peste común, y de las cortes vicio,
enardeció en contra mía todas las almas, y los enardecidos enardecieron tanto a Augusto, que el feliz honor tornaron en triste luto.
Mi espíritu por desdeñoso gusto, creyendo en el morir huir el desprecio, injustamente en contra mía me hizo justo.
Por las nueve raíces de este leño os juro que jamás falté a la confianza de mi señor, que fue de honor tan digno.
Y si alguno de vosotros al mundo vuelve, reafiance mi memoria, que aún yace bajo el golpe que le dio la envidia.
Esperó un poco el Poeta y luego: Puesto que calla, me dijo, no te demores; mas háblale y pregúntale, si más te place.
Y yo a él: Pregúntale tú ahora de lo que creas que más me satisfaga; que no podré yo: tanta piedad me adolora.
Entonces comenzó: Si cumplimos contigo liberalmente lo que tu pedido ruega, espíritu encarcelado, que aún te plazca
decirnos como el alma se amarra en estos nudos; y dime si puedes si alguna nunca de tales miembros se suelta.
Entonces sopló fuerte el tronco, y luego ese viento se hizo voz: Brevemente os daré respuesta.
Cuando se aparta el alma feroz del cuerpo, del que ella misma se arranca, Minos la envía a la séptima fosa.
Cae en la selva, sin lugar elegido; mas allí donde la fortuna la lanza, allí germina como semilla de espelta;
surge en retoño, y en silvestre planta. Las Harpías luego de sus hojas paciendo, causan dolor, y al dolor dan vía abierta.
Como todos, vendremos por nuestros despojos, pero no para que alguno los vista de nuevo: no es justo que el hombre posea lo que se quitó.
Aquí los acarrearemos, y en esta triste selva quedarán nuestros cuerpos suspendidos, cada uno del endrino de la sombra tan molesta.
Estábamos todavía junto al tronco en espera, creyendo que algo más nos diría, cuando nos sorprendió un rumor,
parecido al que venir siente el jabalí y la caza hacia su sitio, que la jauría oyen y el fragor del ramaje.
Y luego aparecieron dos del siniestro lado desnudos y lacerados, huyendo tan a prisa que de la selva todas las ramas rompían.
surge en retoño, y en silvestre planta. Las Harpías luego de sus hojas paciendo, causan dolor, y al dolor dan vía abierta.
Como todos, vendremos por nuestros despojos, pero no para que alguno los vista de nuevo: no es justo que el hombre posea lo que se quitó.
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SEVEN
“Seven, traducida como Pecados capitales da
el nombre a un filme pionero del cine negro. Apareció en las pantallas en 1995
y conmovió a todos con los horrendos crímenes cometidos por Jon Doe, un asesino en serie que utiliza los siete
pecados capitales esbozados por Dante Alighieri en la sección del purgatorio de
La divina comedia (gula, avaricia, pereza, lujuria, soberbia, ira y envidia),
como motivación principal para cometer tales homicidios.
El desconcierto inicial de Somerset, un detective a punto de jubilarse y de
Mills ansioso por reemplazar a su colega más veterano, comienza a ser rezagado
cuando ambos deciden dejar sus diferencias y optan por colaborar entre sí.
Incluso logran encontrar y perseguir al asesino, pero este, a pesar de llegar a
tener a Mills a su merced, decide escapar.”
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¿Qué
semejanzas ves entre la Divina Comedia y Seven?
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