Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura,
hambrientas histéricas desnudas, arrastrándose
por las calles de los negros al amanecer en busca de un colérico pinchazo, hipsters
con cabezas de ángel ardiendo por la antigua conexión celestial con el
estrellado
dínamo de la maquinaria nocturna, que
pobres y harapientos y ojerosos y drogados pasaron la noche fumando en la
oscuridad sobrenatural de apartamentos de agua fría, flotando sobre las cimas
de las ciudades contemplando jazz, que
desnudaron sus cerebros ante el cielo bajo el El y vieron ángeles mahometanos
tambaleándose sobre techos iluminados, que
pasaron por las universidades con radiantes ojos imperturbables alucinando
Arkansas
y tragedia en la luz de Blake entre los maestros de la guerra, que
fueron expulsados de las academias por locos y por publicar odas obscenas
en
las ventanas de la calavera, que se
acurrucaron en ropa interior en habitaciones sin afeitar, quemando su dinero
en
papeleras y escuchando al Terror a través del muro, que
fueron arrestados por sus barbas púbicas regresando por Laredo
con un cinturón
de marihuana hacia Nueva York, que
comieron fuego en hoteles de pintura o bebieron trementina en Paradise Alley,
muerte, o sometieron sus torsos a un purgatorio noche tras noche, con
sueños, con drogas, con pesadillas que despiertan, alcohol y verga y bailes sin
fin, incomparables
callejones de temblorosa nube y relámpago en la mente saltando
hacia los polos
de Canadá y Paterson, iluminando todo el inmóvil mundo del intertiempo, realidades
de salones de Peyote,
Charles Dickens (1812-1870), hijo de un burócrata derrochador que fue encarcelado por deudas, y nieto de criados, vivió una dura infancia en la que llegó incluso a jornadas de trabajo manual. Empezó su juventud como periodista de tribunales. Más tarde desarrolló obras de estampas de costumbres de espléndida vivacidad: sus obras son como fotografias literarias y él nos hace ver como nadie las maneras, los gestos, y los dichos de la sociedad en que vivió.
La época a la que pertenece la obra de Charles Dickens, Oliver Twist, es la victoriana inglesa que quizá tenga su mayor expresión en la novelística de este autor. Es la época de la primera industrialización inglesa: surgen grandes núcleos fabriles, con una población tan numerosa como miserable de trabajadores, sometidos a una explotación que inspiraría muchas de sus reflexiones a Marx y Engels. En especial, el trabajo infantil en las minas y las fábricas quedaría como uno de los episodios más dolorosos en la historia de la laboriosidad humana.
Oliver Twist es un excelente reflejo de la sociedad tanto de la sociedad marginal de la época, como de los hombres acomodados.
Esta obra de Dickens fue publicada originalmente como novela por entregas en la revista Bentley's Miscellany entre los años 1837 y 1838. En este último año, se editó toda la novela en un solo volumen.
Oliver Twist es la historia de un pequeño huérfano que vive desde prácticamente su nacimiento una series de vicisitudes y obstáculos para poder subsistir y progresar en la vida. La superación de estas barreras morales y sociales la logra con ingenio y suerte hasta que al final se ve realizado como persona encontrando su sitio en la sociedad que por derecho le correspondía y que le había sido arrebatado desde su nacimiento.
Oliver Twist (fragmento)
"Un espeso vaho se levantaba perpetuamente de los humeantes cuerpos del ganado y se mezclaba con la niebla, que parecía descansar sobre los extremos de las chimeneas, colgando pesadamente sobre ellas...Campesinos, carniceros, rebaños, mercaderes, muchachos, desocupados y vagabundos de baja estofa, se mezclaban en una masa densa. Los silbidos de los que llevaban los rebaños, el ladrido de los perros, los mugidos de los bueyes, el balido de los corderos, el gruñido y chirrido de los cerdos, las exclamaciones de los mercachifles, los gritos, interjecciones y peleas por todos los lados, el tañido de las campanas, un estruendo de voces que salían de las tabernas; la muchedumbre empujando, moviéndose y golpeando, insultando y chillando. Tentadoras provisiones de todo cuanto puede estimular el hastiado apetito y dar nuevo realce al frecuentemente repetido festín; vasijas de bruñido oro y plata, forjados en las más exquisitas formas de vasos, platos y gobeletes; escopetas, espadas, pistolas y otros instrumentos de muerte, hierros para los encorbados, pañales para los recién nacidos, pócimas para los enfermos, cajas para los muertos, cementerios para los enterrados, todas esas cosas se mezclaban una con otra y al congregarse parecían deslizarse rápidamente en una abigarrada danza. "
(...)
En Londres
Débil de la reciente enfermedad, atolondrado por los golpes y por lo inesperado del ataque, aterrado por los feroces gruñidos del perro y por la brutalidad de aquel hombre, y abrumado al pensar que los espectadores estaban convencidos de que era, realmente, un miserable sin sentimientos, ¿qué podía hacer un pobre muchacho? La noche había cerrado; el lugar era inmundo; ningún socorro podía llegarle; era inútil toda resistencia. Un momento más y se vio arrastrado por un laberinto de tenebrosas y angostas callejuelas, obligado a marcar a un paso que hacían absolutamente ininteligibles los pocos gritos que se atrevía a lanzar. En verdad, poco importaba que se oyeran o no, pues no había nadie que los escuchase, por muy agudos que fueren.
Ya se habían encendido los mecheros de gas; mistress Bedwin esperaba angustiosamente en la puerta; la criada había recorrido la calle veinte veces para ver si encontraba a Oliver, y los dos ancianos continuaban perseverantes, sentados en el oscuro gabinete con el reloj entre ambos.
Las aventuras de Oliver Twist, Charles Dickens (cap. 15) Película Primeros minutos: erl orfanato 19 palizas 27 Londres 31 hampa 1:34 nieblas 42 robo
los rasgos más importantes de la novela realista:
-Observación de la realidad y descripción precisa de ella. La vida real se convierte
en objeto estético. La observación y la documentación sobre personajes y
ambientes se convierten en un principio fundamental de los escritores.
-Proximidad en el tiempo y en el espacio. La mirada se desplaza hacia lo próximo,
conocido y cotidiano; se elimina la fantasía y se controla la imaginación.
-Verosimilitud. Las historias narradas están basadas en la experiencia cotidiana,
aunque sean inventadas. Los ambientes y los personajes creados son creíbles.
Desaparecen los hechos maravillosos y los personajes y ambientes exóticos.
-Tipos de novela: se distinguen dos tipos de novela: las centradas en personajes
individuales, de tipo psicológicas, y las centradas en colectivos o grupos
(burguesía, proletariado, mendigos…), de ambientación social.
-Novelas de tesis. A veces el autor parte de una idea que quiere comunicar al lector, a
la que está subordinado el argumento y está representada por personajes elegidos y
descritos para este fin
-Narrador omnisciente. El narrador puede fingir ser un simple cronista de lo que pasa,
pero suele conocer lo que ha sucedido, lo que va a suceder y los pensamientos más
ocultos de los personajes. Además, suele intervenir y juzgar a los personajes. -Estructura lineal. Las novelas suelen ser fáciles de seguir argumentalmente
porque el hilo narrativo avanza coincidiendo con el paso del tiempo.
-Descripción minuciosa. La importancia de la observación en el realismo lleva al autor
a detenerse en los más mínimos detalles físicos y psicológicos de los personajes y
ambientes. En algunas novelas predomina la descripción sobre la narración. Análisis psicológico de los personajes. Es frecuente la descripción de la fisionomía,
el carácter y los orígenes familiares de los personajes y la explicación de su conducta y
razonamientos. Los estados de ánimo, las conductas y la forma de hablar de los
personajes les dotan de una gran sensación de autenticidad.
-Pintura de ambientes y costumbres. Se describen los ambientes más significativos:
tiendas, oficinas, casas, bares, teatros, calles, plazas, iglesias, casinos, paseos…
-Temas y argumentos. No se buscan asuntos históricos, legendarios ni exóticos, sino
los ambientes y gentes que ha observado, conoce o ha investigado el escritor, una
parcela de realidad, desfilan en la novela todas las clases sociales, desde la aristocracia a
las personas más humildes, aunque las aspiraciones y problemas de las clases medias
sean predominantes. Muchos de los argumentos narrativos se centran en los conflictos
del individuo con la sociedad
1. Novelistas franceses
Stendhal. Su capacidad para analizar el alma humana y su estilo claro y preciso, lo
convierten en el iniciador del movimiento realista (junto con Balzac). Con todo, sus
héroes aún conservan el idealismo, la audacia y el individualismo propios del
Romanticismo. Escribió La cartuja de Parma, en la que un aristócrata es encarcelado
pero logra enamorar a la hija del gobernador de la prisión y evadirse con ella.
También compone Rojo y negro. En esta obra el protagonista entra como educador en
una casa, pero es despedido por intentar conquistar a la esposa del jefe de familia.
Posteriormente logra hacerse secretario de un marqués y cuando está a punto de casarse
con su hija, su antigua amante lo amenaza con descubrir su pasado. Por ello el
protagonista la mata y él es ejecutado.
Balzac. Escribió muchas novelas, algunas de las cuales formaban parte de lo que él
llamó “La comedia humana”, ya que pretendía hacer un retrato completo y preciso de la
sociedad francesa de su época. Destaca su obra Eugenia Grandet, cuya protagonista
encarna a la joven romántica y soñadora, indiferente hacia lo material.
También compuso Papá Goriot, que es la historia de un anciano que ama intensamente
a sus hijas, quienes le corresponden dejándolo morir abandonado.
Flaubert. Es la cumbre del Realismo y precursor del Naturalismo. Se caracteriza por la
documentación minuciosa, la observación de las personas y la expresión de los detalles.
El afán de objetividad le hace mantenerse neutral ante los conflictos que plantea.
Escribe Madame Bovary, donde la protagonista, influida por sus lecturas románticas,
desea salir de la monotonía de su vida matrimonial y tiene dos amantes. Debido a sus
deudas y al abandono de sus amantes la protagonista se suicida con veneno. Muere entre
terribles sufrimientos, junto a su marido, que no comprende este acto de su mujer, a
quien sigue amando y admirando a pesar de todo.
Zola. Es el principal representante del Naturalismo. Inspirándose en La comedia
humana de Balzac, compuso “Los Rougon-Macquart”, que agrupa un conjunto de 20
novelas donde pretende estudiar los defectos hereditarios de una familia a lo largo de
varias generaciones, además de describir la sociedad francesa durante el Segundo
Imperio. En cada una de las novelas que forman la serie va abordando diversos temas:
en La taberna trata el alcoholismo, en Germinal habla sobre las minas y las luchas
obreras, en Naná escribe sobre el sexo …
Ejercicios
Comenta los siguientes fragmentos de Rojo y negro de Stendhal
Al
fin, se sentaron: la señora de Renal entre Julián y su prima. Nuestro héroe,
hondamente preocupado por la idea de la empresa que debía intentar, no encontraba
palabra que decir. La conversación languidecía.
"¿Tan
cobarde soy, que tiemblo ante el primer enemigo con quien voy a medir mis
fuerzas?", se decía mentalmente.
Debatiéndose
en un mar de angustias mortales, todos los peligros imaginables le parecían
nada en comparación de la situación en que se hallaba. ¡Cuántas veces deseó con
todas las fuerzas de su alma que sobreviniese un incidente cualquiera que
obligara a la señora de Renal a abandonar el jardín y retirarse a sus
habitaciones! Era demasiado brutal la violencia que Julián había de hacerse
para que no se alterase profundamente su voz. También se hizo temblorosa la de
la señora de Renal al cabo de breves instantes, pero Julián no percibió el
fenómeno. El tremendo combate que su deber reñía con su timidez le arrebataba
los medios de observar nada, fuera de lo que en su interior pasaba. El reloj
del castillo había dejado oír los tres cuartos para las diez, sin que Julián se
hubiese atrevido a nada. La conciencia de su cobardía encendió en su pecho una
tempestad de indignación.
"¡Mientras
suenen las diez, ejecutaré el proyecto que abrigo todo el día, y que me he
prometido poner en práctica esta noche, o subiré a mi cuarto y me levantaré la
tapa de los sesos!", se dijo.
Cuando
la emoción tenía a Julián fuera de sí, sonaron las diez en el reloj del
castillo. Cada sonido de aquella campana fatal resonaba en el pecho de Julián,
y le producía vibraciones y dolores físicos.
“ No tengo el honor de pertenecer a vuestra clase ; no veis en mí
más que a un campesino que se ha rebelado contra la bajeza de su fortuna
y quereis castigar en mí y desanimar para siempre a ese tipo de jóvenes
que, nacidos en una clase inferior y en cierto modo oprimida por la
pobreza, tienen la suerte de proporcionarse una buena educación y la
audacia de mezclarse en eso que el orgullo de la gente con dinero llama
“sociedad””.
¿Quién crees que es Julián Sorel? ¿El fin justifica los medios? Busca el significado de "El síndrome de Stendhal"
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Madame Bovary (fragmento)
" Emma, que le daba el brazo, se apoyaba un poco sobre
su hombro, y miraba el disco del sol que irradiaba a lo lejos, en la
bruma, su palidez deslumbrante; pero volvió la cabeza: Carlos estaba
allí. Llevaba la gorra hundida hasta las cejas, y sus gruesos labios
temblequeaban, lo cual añadía a su cara algo de estúpido; su espalda
incluso, su espalda tranquila resultaba irritante a la vista, y Emma
veía aparecer sobre la levita toda la simpleza del personaje.
Mientras que ella lo contemplaba, gozando así en su irritación de una
especie de voluptuosidad depravada, León se adelantó un paso. El frío
que le palidecía parecía depositar sobre su cara una languidez más
suave; el cuello de la camisa, un poco flojo, dejaba ver la piel; un
pedazo de oreja asomaba entre un mechón de cabellos y sus grandes ojos
azules, levantados hacia las nubes, le parecieron a Emma más límpidos y
más bellos que esos lagos de las montañas en los que se refleja el
cielo.
(...) Tantas veces le había oído decir estas cosas, que no tenían
ninguna novedad para él. Emma se parecía a las amantes; y el encanto de
la novedad, cayendo poco a poco como un vestido, dejaba al desnudo la
eterna monotonía de la pasión que tiene siempre las mismas formas y el
mismo lenguaje. Aquel hombre con tanta práctica no distinguía la
diferencia de los sentimientos bajo la igualdad de las expresiones.
Porque labios libertinos o venales le habían murmurado frases
semejantes, no creía sino débilmente en el candor de las mismas; había
que rebajar, pensaba él, los discursos exagerados que ocultan afectos
mediocres; como si la plenitud del alma no se desbordara a veces por las
metáforas más vacías, puesto que nadie puede jamás dar la exacta medida
de sus necesidades, ni de sus conceptos, ni de sus dolores, y la
palabra humana es como un caldero cascado en el que tocamos melodías
para hacer bailar a los osos, cuando quisiéramos conmover a las
estrellas. "
Aspectos realistas del fragmento ¿Cuáles son los sentimientos de Emma Bovary?
Inolvidable adaptación cinematográfica que Kubrick hiciera de la homónima novela futurista del escritor Anthony Burges. Una crítica al conductismo y a la manipulación de la voluntad mediante técnicas conductistas.
Ficha técnica de 'La naranja mecánica'
Título original: A Clockwork Orange
País:Reino Unido
Año:1972
Dirección: Stanley Kubrick
Guión: Stanley Kubrick, basado en la novela homónima de Anthony Burges
Argumento:
Álex es un joven menor de edad al que le gusta Bethoween y la ultraviolencia, que consiste en dar palizas, violar y realizar todo tipo de actos violentos sin sentido ni finalidad alguna. Sus compañeros de fechorías, susdrugos, son otros tres jóvenes de edades aproximadas que comparten la misma filosofía de vida y que lo toman como el líder de su banda. Beben leche-plus, que al parecer, venden legalmente en algunos establecimientos. Se trata de una bebida láctea con alguna droga estimulante, y probablemente alucinógena.
La acción es narrada por Álex en primera persona en una jerga denominada "nadsat", que Kubrick suavizó un poco en la versión cinematográfica. Burgess creó esta jerga introduciendo términos del ruso junto con otras palabras inventadas por él mismo, con el fin de crear una novela atemporal, cuyo lenguaje nunca pareciera arcaico o desfasado. En las ediciones de la novela suele venir un glosario con el significado de las palabras en nadsat para facilitar la comprensión del lector, que no siempre puede inducir el significado por el contexto.
Álex es un verdadero psicópata adolescente que disfruta con la violencia y las violaciones. En una de sus agresiones comete un asesinato y lo encierran en la cárcel. Tras un tiempo entre rejas le proponen un tratamiento psicológico experimental para eliminar sus impulsos violentos y lascivos a cambio de conmutarle la pena. El tratamiento "Ludovico" consiste en sentarlo frente a una pantalla de cine donde se proyectan imágenes de ultraviolencia mientras se le administra una droga que le provoca nauseas. Tiene la cabeza inmovilizada y unos alambres mantienen sus párpados abiertos para que no pueda cerrar los ojos (lo cual tiene cierto parecido con las condiciones en las cuales los prisioneros de la caverna de Platón observan las sombras que son proyectadas sobre el muro para engañarles). El tratamiento, genuinamente conductista (enseguida veremos lo que significa), trata de que el cerebro de Álex asocie el malestar físico provocado por las náuseas con la ultraviolencia. El brutal método funciona durante algún tiempo. El dilema lo plantea el hecho de que Álex no puede realizar actos violentos o sexuales, pero no porque haya entendido que no debe hacerlos si pretende poder vivir en sociedad. Álex desea con todas sus fuerzas abandonarse a la ultraviolencia y el sexo, pero no puede hacerlo, porque su cuerpo reproduce la sensación de malestar asociada a estos actos debido al tratamiento Ludovico.
A su salida de la carcel gracias al tratamiendo Ludovico, toda la violencia que Alex había infligido se vuelve contra él
La filosofía de Burgess y Kubrick
Anthony Burgess escribió en 1962 La Naranja Mecánica basándose en una dramática experiencia personal: en 1944, cuatro soldados estadounidenses robaron y violaron a su esposa, en Inglaterra, y que estaba embarazada y abortó debido a la violencia del acto. Al escribir esta distopía inspirada en aquel acontecimiento traumático, Burgess debió tratar de meterse en la mente de alguien capaz de realizar ese tipo de actos brutales para comprender el por qué de lo ocurrido, lo cual no debió se fácil para él. Quizá fue una forma de exorcizar el mal.
La Naranja Mecánica es otra obra literaria perteneciente al género de las distopías. La distopía es lo opuesto de la utopía. Si lo utópico presenta sociedades perfectas y felices, lo distópico aventura futuros habitualmente cercanos en el tiempo donde impera el totalitarismo, la dominación a través de la tecnología, o simplemente la decadencia, como en el caso de La Naranja Mecánica. Me centraré en la grandilocuente adaptación cinematográfica de Stanley Kubrick en 1971, haciendo alusiones a la novela si viene al caso.
Esta obra realiza una crítica demoledora al conductismo, una escuela de psicología que practicaba un método llamado "condicionamiento". El conductismo es una escuela psicológica heredera del positivismo filosófico, vigente hasta no hace mucho en psicología. Los psicólogos conductistas consideraban (y consideran) que el método científico exige estudiar cosas tangibles, no hacer suposiciones sobre la mente, o el inconsciente como el psicoanálisis, por ejemplo, que son cosas imposibles de demostrar. La conducta, el comportamiento de un individuo, es observable, y por tanto, se puede experimentar con él y conocer científicamente.
Por razonable que pueda parecer este planteamiento, el conductismo se resistía y negaba la existencia de la mente como fenómeno, y se limitaba a hablar de "conductas aprendidas". La enfermedad mental no existe puesto que no existe la mente, según el conductismo. Los individuos aprendían según el esquema "estímulo-respuesta", y lo que en planteamientos psicológicos menos científicos se conocía como enfermedades mentales, para estos psicólogos eran conductas mal aprendidas, o conductas aprendidas nocivas para el individuo.
El condicionamiento, método por excelencia en el conductismo consiste, por ejemplo, en aplicar descargas eléctricas al individuo ante una conducta indeseada para corregirla. En el caso de La Naranja Mecánica se trata de administrar sustancias revulsivas mientras el individuo visiona imágenes que se corresponden con la conducta que se intenta erradicar. Las imágenes serían el estímulo que desencadena como respuesta la conducta extremadamente violenta de Álex.
La razón de esta ferviente oposición de Burgess y Kubrick, entre muchos otros, al modelo conductista nace del hecho de advertir el poder para doblegar la naturaleza humana que posee el condicionamiento conductista. Además, considerar al ser humano como un ser dotado de conducta, pero no de mente, supone, en cierto sentido, "cosificar" (tratar como cosa) al ser humano. Muchos intelectuales debieron pensar que el conductismo era un poder demasiado peligroso que podría ponerse al servicio de estados totalitarios o dirigistas (no necesariamente dictaduras, puesto que las pinceladas que Kubrick nos da de la sociedad que engendra a ese monstruo que es Álex no parece un totalitarismo).
De una distopía se suele esperar la descripción de una sociedad futura con un orden establecido, al cual denuncia el autor, o una situación decadente o totalitaria a la cual se ha llegado a través del progreso tecno-científico. En La Naranja Mecánica sólo se ofrecen pinceladas sobre la situación social que ha llevado a los jóvenes (puesto que Álex y sus drugos no son los únicos, sino que se da a entender que es un fenómeno extendido) a practicar la ultraviolencia. Si bien en el film de Kubrick no aparece de forma explícita, en la novela se explica que mientras estos jóvenes practican la ultraviolencia en las calles, sus mayores permanecen pegados a sus respectivos televisores, donde se emiten "programas mundiales". Una vez más, como en muchas otras distopías, la televisión y los medios audiovisuales aparecen como elementos idiotizantes de las masas, cuando no como instrumentos de control social esgrimidos por los poderes fácticos. En Kubrick, simplemente, los adultos viven sumergidos en una existencia feliz de colores vivos para empapelar las paredes, barbitúricos adormecedores de la conciencia y una ignorancia absoluta sobre lo que sus hijos hacen en horario extraescolar.
Otro dato que apunta Kubrick en el atrezzo de los decorados de las escenas de su film, es que el tema del arte en la sociedad de La Naranja Mecánica está compuesto casi exclusivamente por motivos sexuales, rozando lo pornográfico, mezclados con algunos toques pop-art. De hecho, se ha dicho que el gran director intercaló imágenes pornográficas subliminales, algo que, dicho sea de paso, no sé por qué no he comprobado hasta ahora. Esto no deja de ser curioso si se tiene en cuenta que las violaciones son una de las expresiones más comunes de la ultraviolencia. En la novela, Álex comete su asesinato golpeando a una mujer madura con un busto de Beethoven. En el film de Kubrick, sin embargo, el arma homicida es una escultura en forma de pene gigantesco.
En mi opinión, Kubrick y Burgess reflejan una sociedad en la que se intenta doblegar a través de la tecnología del tratamiento Ludovico, una naturaleza humana que nadie se ha preocupado en educar. La película muestra la hipocresía de una sociedad que encierra y doblega a Álex por su violencia anárquica y caótica, mientras las instituciones practican también la violencia, pero de forma ordenada y regulada. La policía es viloenta, el funcionario de prisiones es una padorida de la figura del dictador, el trabajador social (o lo que sea) encargado de llevar el caso de Álex es violento , los mendigos y las víctimas del joven son violentos... La expresión "la violencia engendra violencia" cobra un nuevo sentido con La Naranja Mecánica, puesto que se podría interpretar que es una expresión bidireccional. Me explico: una sociedad con violencia regulada por las instituciones junto con la pasividad de los "educadores" engendra violencia caótica juvenil. Y esta violencia engendra violencia institucional como respuesta. Es una especie de dialéctica peligrosa y sinérgica.
Carta del Vidente (fragmento) / Arthur Rimbaud El primer objeto de estudio del hombre que quiere ser poeta es su propio conocimiento, completo; se busca el alma, la inspecciona, la prueba, la aprende. Cuando ya se la sabe, tiene que cultivarla; lo cual parece fácil: en todo cerebro se produce un desarrollo natural; tantos egoístas se proclaman autores; ¡hay otros muchos que se atribuyen su progreso intelectual! — Pero de lo que se trata es de hacer monstruosa el alma: ¡a la manera de los comprachicos, vaya! Imagínese un hombre que se implanta verrugas en la cara y se las cultiva. Digo que hay que ser vidente, hacerse vidente. El poeta se hace vidente por un largo, inmenso y razonado desarreglo de todos los sentidos. Todas las formas de amor, de sufrimiento, de locura; busca por sí mismo, agota en sí todos los venenos, para no quedarse sino con sus quintaesencias. Inefable tortura en la que necesita de toda la fe, de toda la fuerza sobrehumana, por la que se convierte entre todos en el enfermo grave, el gran criminal, el gran maldito, — ¡y el supremo Sabio! — ¡Porque alcanza lo desconocido! ¡Porque se ha cultivado el alma, ya rica, más que ningún otro! Alcanza lo desconocido y, aunque, enloquecido, acabara perdiendo la inteligencia de sus visiones, ¡no dejaría de haberlas visto! Que reviente saltando hacia cosas inauditas o innombrables: ya vendrán otros horribles trabajadores; empezarán a partir de los horizontes en que el otro se haya desplomado.
Infancia, de Iluminaciones
" En el bosque hay un pájaro, su canto os detiene y ruboriza. Hay un reloj que no suena. Hay una hondonada con un nido de bestias blancas. Hay una catedral que desciende y un lago que sube. Hay un pequeño carruaje abandonado en la espesura que baja corriendo por el sendero, lleno de cintas. Hay una banda de cómicos en trajes de teatro, percibidos en el camino a través de los confines del bosque. Hay, en fin, cuando uno tiene hambre y sed, alguien que os expulsa. (...) Soy el santo, en oración en la terraza, cuando las bestias llegan hasta el mar de Palestina. Soy el sabio en el sillón sombrío. Las ramas y la lluvia golpean la ventana de la biblioteca. Soy el caminante de la ancha carretera entre los bosques enanos; el rumor de las esclusas cubre mis pasos. Por largo tiempo veo la melancólica lejía del poniente. Sería gustoso el niño abandonado en el muelle que partió hacia la alta mar, el pajecillo que sigue la alameda cuya frente toca el cielo. Los senderos son ásperos. Los montículos se cubren de retamas. El aire está inmóvil. ¡Que lejos los pájaros y las fuentes! Tiene que ser el fin del mundo, si avanzamos.
un pájaro;
su canto os detiene y os hace sonrojar.
Hay un reloj que no suena.
Hay un hoyo con un nido de animales blancos.
Hay una catedral que baja y un lago que sube.
Hay un cochecito abandonado en el bosquecillo, o
que desciende por el sendero corriendo, adornado con cintas.
Hay una compañía de pequeños comediantes con
trajes de escena, divisados en el camino por entre la linde del bosque.
Hay en fin, cuando se tiene hambre y sed, alguien
que os echa.
Poema “Infancia”
de Iluminaciones
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PON
TUS VERSOS En el bosque
Hay
Hay
Hay
Hay
Vocales
A
negro, E blanco, I rojo, U verde, O azul: vocales
algún día diré vuestro nacer latente:
negro corsé velludo de moscas deslumbrantes,
A, al zumbar en tomo a atroces pestilencias,
calas
de umbría; E, candor de pabellones
y naves, hielo altivo, reyes blancos, ombelas
que tiemblan. I, escupida sangre, risa de ira
en labio bello, en labio ebrio de penitencia;
U, ciclos, vibraciones divinas, verdes mares,
paz de pastos sembrados de animales, de surcos
que la alquimia ha grabado en las frentes que estudian.
O, Clarín sobrehumano
preñado de estridencias
extrañas y silencios que cruzan Mundos y Ángeles:
O, Omega, fulgor violeta de Sus Ojos.
Elige una vocal y ponle
imagen
Soy el santo, en oración en la terraza, cuando las bestias llegan
hasta el mar de Palestina.
Soy el sabio en el sillón sombrío. Las ramas y la
lluvia golpean la ventana de la biblioteca.
Soy el caminante de la ancha carretera entre los
bosques enanos; el rumor de las esclusas cubre mis pasos. Por largo tiempo veo
la melancólica lejía del poniente.
Sería gustoso el niño abandonado en el muelle que
partió hacia la alta mar, el pajecillo que sigue la alameda cuya frente toca el
cielo.
Los senderos son ásperos. Los montículos se cubren
de retamas. El aire está inmóvil. ¡Que lejos los pájaros y las fuentes! Tiene
que ser el fin del mundo, si avanzamos.