Sylvia Plath es una de las escritoras que más ha contribuido a cambiar el modo
en que se piensa en la identidad de las mujeres, más allá de estereotipos y clichés.
Biografía: Sylvia Plath nació el 27 de octubre de 1932, en Jamaica Plain, Massachusetts, hija de Aurelia y Otto Plath. En 1940 muere su padre a raíz de la amputación de una pierna como consecuencia de una diabetes. Sylvia al enterarse dice: "No volveré a dirigirle la palabra a Dios." En 1950 inicia sus estudios en Smith College con una beca. "¡Ahora soy una chica Smith!" Dos años más tarde publica en Mademoiselle. En 1953 es redactora invitada en Mademoiselle, en Nueva York y el 24 de agosto se intentó suicidar en su casa de Wellesley. Luego de esto asiste al curso de verano en Harvard. En 1955 se gradúa en Smith College y consigue distintos premios con sus poemas. En esta época entra a la Universidad de Cambridge, Inglaterra, con una beca Fulbright. En 1956 conoce al poeta Ted Hughes. Viaja a Alemania e Italia. Se casa con Ted Hughes el 16 de junio. Pasan una larga luna de miel en España. De 1956 a 1957 pasan su segundo año de estudios con la beca Fulbright, viviendo en Cambridge. En junio de 1957 viaja a los Estados Unidos con Ted Hughes. En estos años ejerce de profesora de literatura inglesa en Smith College. De 1958 a 1959 escribe y trabaja en un hospital de Boston "todos los días, de nueve a cinco, me siento en el escritorio... y escribo a máquina los sueños de otras personas". Se somete a un prolongado tratamiento psiquiátrico; asiste a la clase de poesía del laureado poeta Robert Lowell. En 1959 hace un viaje de placer por los Estados Unidos. Escribe poesía en Yaddo, Saratoga Springs, Nueva York. En diciembre se marcha a Inglaterra con su marido. El 1 de abril de 1960 nace su hija, Frieda Rebecca. En octubre de ese año escribe: "The Colossus." El 17 de enero de 1962 nace su hijo Nicholas Farrar. En mayo se edita en Estados Unidos de "The Colossus and other Poems". Ese mismo año se separa de Ted Hughes. En enero de 1963 se publica en Inglaterra "La campana de cristal" con el seudónimo de Victoria Lucas. El 11 de febrero se suicidó en Londres.
Significado de su poesía
Sylvia Plath es una de las escritoras que más ha contribuido a cambiar el modo en que se piensa en la identidad de las mujeres, más allá de estereotipos y clichés. Se consideró a sí misma "mujer silenciada"de palabra tensa, incómoda, dolorosa de leer, alejada de toda certeza.
El mundo de Plath se nos muestra con toda la complejidad de un espíritu lleno de fuerza y de creatividad que oscila entre la búsqueda de afirmación y amor y el sentimiento de opresión, de pérdida y de rechazo. En su escritura encontramos la angustia de una escritora insegura de su poder de expresión, sin embargo, persistente en la necesidad vital de la literatura.
El mundo de Plath se nos muestra con toda la complejidad de un espíritu lleno de fuerza y de creatividad que oscila entre la búsqueda de afirmación y amor y el sentimiento de opresión, de pérdida y de rechazo. En su escritura encontramos la angustia de una escritora insegura de su poder de expresión, sin embargo, persistente en la necesidad vital de la literatura.
. "El no ser perfecta, me hiere", escribió Sylvia Plath en su Diario en 1957. Sylvia fue una morbosa amante de la perfección. Aquello o aquellos que perturbaron la anhelada armonía de ese paisaje que ella se había prometido en el gran escenario donde sería la estrella sin competencia posible, caerían presa de sus versos, diseccionados con fruición. Más, fue ella su presa perfecta. Sylvia comprobó en su condición humana, el mayor y más cruel impedimento para aquella correspondencia perfecta que quería plasmar entre la vida real y sus poemas. Y se volvió contra ella misma hasta finalmente destruirse. Cuando Sylvia Plath se suicidó con gas, en la madrugada del 11 de febrero de 1963, el hecho tuvo escasa prensa. Era casi una desconocida. Su único libro de poemas, The Colossus, había pasado inadvertido para gran parte de la crítica.
Las cosas han cambiado desde entonces. La publicación de su obra iniciada con "Ariel" (1965) y que culminaría con "Collected Poems" (1981), estableció a Plath no sólo como una de las poeta más aclamadas de nuestro siglo, sino también como una superestrella cultural. Sus primeros poemas son eminentemente personales, intensos y delicados.
Su primer libro, "El coloso" (1960), único libro de poemas que Sylvia publicó en vida, expone la meticulosidad de su estilo. Poesía controlada y seria, pero su obra posterior muestra la influencia sobre la autora de nuevas angustias y problemas que la conducen a una poesía de dolorosas confesiones.
"Ariel" está considerado como su mejor libro de poemas que, al igual que su poesía posterior publicada después de su suicidio, refleja un ensimismamiento y una obsesión por la muerte creciente. Se dice que este libro contiene algunos de los poemas más hermosos del siglo XX norteamericano.
"La campana de cristal" (1963), novela que se publicó en Londres en enero de 1963, un mes antes del suicidio de la escritora, apareció bajo el pseudónimo de Victoria Lucas, porque Sylvia – que ya había publicado con anterioridad algunas de sus poesías – no estaba convencida del valor literario de la novela y porque incluía mucho material autobiográfico. La novela es la crónica de un año en la vida de Esther Greenwood, el año de su depresión nerviosa y la terapia profesional siguiente, con ocasionales saltos en el tiempo hacia su época de estudiante, hasta la reintegración final de la protagonista en el mundo.
Otros libros de Sylvia Plath son "Cruzando el agua" (1971), y "Árboles de invierno" (1972). Escritos en un lenguaje provocativo y violento, maneja símbolos bíblicos, del mundo animal, de la magia negra y de lo fantasmagórico.
tres mujeres trailer
Soy vertical
Mejor querría ser horizontal.
No soy un árbol con raíces hondas
en tierra, sorbiendo minerales y amor materno,
refloreciendo así de marzo en marzo,
reluciente, ni orgullo de parterre
blanco de admirativos gritos, muy repintado,
y a punto, ignaro, de perder sus pétalos.
Comparado conmigo es inmortal
el árbol, y las flores más audaces:
querría la edad del uno, la temeridad de las otras.
Esta noche, en luz infinitésima
de estrellas, árboles y flores
han esparcido su frescura aulente.
Yo entre ellos me paseo, no me ven, cuando duermo
a veces pienso que me les hermano
más que nunca: mi mente descaece.
Resulta más normal, echada. El cielo
y yo trabamos conversación abierta, así seré
más útil cuando por fin me una con la tierra.
Árbol y flor me tocarán, veránme.
Soy vertical
Mejor querría ser horizontal.
No soy un árbol con raíces hondas
en tierra, sorbiendo minerales y amor materno,
refloreciendo así de marzo en marzo,
reluciente, ni orgullo de parterre
blanco de admirativos gritos, muy repintado,
y a punto, ignaro, de perder sus pétalos.
Comparado conmigo es inmortal
el árbol, y las flores más audaces:
querría la edad del uno, la temeridad de las otras.
Esta noche, en luz infinitésima
de estrellas, árboles y flores
han esparcido su frescura aulente.
Yo entre ellos me paseo, no me ven, cuando duermo
a veces pienso que me les hermano
más que nunca: mi mente descaece.
Resulta más normal, echada. El cielo
y yo trabamos conversación abierta, así seré
más útil cuando por fin me una con la tierra.
Árbol y flor me tocarán, veránme.
Silvia Plath
La campana de cristal (fragmento)
" Tenía que estar pasándomelo en grande, tenía que estar ilusionada como las otras chicas, pero no conseguía reaccionar. Me sentía quieta y vacía como el ojo de un tornado, moviéndome sin ninguna fuerza.
(...)
También recuerdo a Buddy Willard diciendo, con una seguridad siniestra, que una vez que me casara me sentiría diferente, que no iba a querer seguir escribiendo poemas. Entonces pensé que quizá fuera verdad, que cuando uno se casaba y tenía hijos era como un lavado de cerebro, y que después una iba por el mundo sedada como un esclavo en un estado totalitario. "
" Tenía que estar pasándomelo en grande, tenía que estar ilusionada como las otras chicas, pero no conseguía reaccionar. Me sentía quieta y vacía como el ojo de un tornado, moviéndome sin ninguna fuerza.
(...)
También recuerdo a Buddy Willard diciendo, con una seguridad siniestra, que una vez que me casara me sentiría diferente, que no iba a querer seguir escribiendo poemas. Entonces pensé que quizá fuera verdad, que cuando uno se casaba y tenía hijos era como un lavado de cerebro, y que después una iba por el mundo sedada como un esclavo en un estado totalitario. "
COMENTARIO
Canción de amor de la joven loca
" Cierro los ojos y el mundo muere;
Levanto los párpados y nace todo nuevamente.
(Creo que te inventé en mi mente).
Las estrellas salen valseando en azul y rojo,
Sin sentir galopa la negrura:
Cierro los ojos y el mundo muere.
Soñé que me hechizabas en la cama
Cantabas el sonido de la luna, me besabas locamente.
(Creo que te inventé en mi mente).
Dios cae del cielo, las llamas del infierno se debilitan:
Escapan serafines y soldados de satán:
Cierro los ojos y el mundo muere.
Imaginé que volverías como dijiste,
Pero crecí y olvidé tu nombre.
(Creo que te inventé en mi mente).
Debí haber amado al pájaro de trueno, no a ti;
Al menos cuando la primavera llega ruge nuevamente.
Cierro los ojos y el mundo muere.
(Creo que te inventé en mi mente). "
" Cierro los ojos y el mundo muere;
Levanto los párpados y nace todo nuevamente.
(Creo que te inventé en mi mente).
Las estrellas salen valseando en azul y rojo,
Sin sentir galopa la negrura:
Cierro los ojos y el mundo muere.
Soñé que me hechizabas en la cama
Cantabas el sonido de la luna, me besabas locamente.
(Creo que te inventé en mi mente).
Dios cae del cielo, las llamas del infierno se debilitan:
Escapan serafines y soldados de satán:
Cierro los ojos y el mundo muere.
Imaginé que volverías como dijiste,
Pero crecí y olvidé tu nombre.
(Creo que te inventé en mi mente).
Debí haber amado al pájaro de trueno, no a ti;
Al menos cuando la primavera llega ruge nuevamente.
Cierro los ojos y el mundo muere.
(Creo que te inventé en mi mente). "
COMENTARIO
Morir
Morir
es un arte, como todo.
Yo lo hago excepcionalmente bien
es un arte, como todo.
Yo lo hago excepcionalmente bien
Tan bien, que parece un infierno.
Tan bien, que parece de veras.
Supongo que cabría hablar de vocación.
Tan bien, que parece de veras.
Supongo que cabría hablar de vocación.
COMENTARIO