lunes, 24 de febrero de 2025

El guardián entre el centeno

“El guardián entre el centeno”, la magia de Holden Caulfield





















"El guardián entre el centeno", la obra más famosa e influyente del esquivo autor J. D. Salinger.
The catcher in the rye, traducido como El guardián entre el centeno, es la obra más famosa del esquivo escritor J. D. Salinger, y es, además, por influencia, ventas y seguidores, una de las grandes novelas de la literatura americana del siglo XX.

Publicada en 1951, creó en su día un hondo revuelo en la sociedad estadounidense por el lenguaje y la actitud de su protagonista –Holden Caulfield–, aupándola a un éxito del que ya nunca se ha bajado. Hoy, El guardián entre el centeno ha vendido la friolera de 60 millones de ejemplares en todo el mundo –a un ritmo de unos 250.000 al año, aproximadamente– y es una referencia obligatoria en muchos colegios de Estados Unidos, además de uno de los libros favoritos de miles de lectores a lo largo y ancho del globo.
“¿Te has hartado alguna vez de todo?”. Holden Caulfield

Un libro polémico

La influencia de esta obra está presente en casi todos los órdenes de la cultura americana de las últimas décadas: la música, el cine, la literatura, etc., y tiene el dudoso honor de ser uno de los libros favoritos de un colectivo muy poco recomendable: el de los asesinos en serie. El caso más famoso es, probablemente, el de Mark David Chapman, famoso por asesinar a John Lenon. Chapman, obsesionado con el personaje de Holden, se sentó tranquilamente a leer su ejemplar del libro tras descerrajarle al exBeatle cinco tiros por la espalda. Y la lista de amantes peligrosos de la novela continúa: era también parte de la biblioteca de Charles Manson (incitador del asesinato, entre otros, de Sharon Tate, esposa del cineasta Roman Polanski), John Hinckley (autor del intento de asesinato a Ronald Reagan) o Lee Harvey Oswald (detenido por asesinar a John F. Kennedy en Dallas). Incluso se llegó a afirmar que el libro contenía mensajes ocultos que alteraban el pensamiento, siendo una herramienta usada por la CIA para desarrollar prácticas de control mental… Historias todas que, al parecer, Salinger se limitó a ignorar.
“Me paso el día imponiéndome límites que luego cruzo todo el tiempo.” Holden Caulfield

Los pensamientos de Holden

La obra gira en torno al joven Holden, un chaval de 16 años que nos narra, en primera persona, su día a día y sus pensamientos, tras ser expulsado de su elitista colegio. Mal estudiante, rebelde y con una acedía tremenda por la vida, Holden está “harto de todo y de todos”. No soporta a sus compañeros, a los que considera “charlatanes y patanes”; siente que sus padres son demasiados estirados, y ve, en general, que la sociedad y las relaciones personales están plagadas de mentiras, deshonestidad y falsedad. Todo el mundo aparenta ser lo que no es. Nadie tiene el valor de mostrarse realmente y enorgullecerse de ello. Holden hace gala de un desprecio radical por los demás, sintiéndose superior pero incomprendido por ello y adoptando esas mismas actitudes que odia para poder, simplemente, encajar. Solo tiene una preocupación y un deleite: sus hermanos. La pequeña Phoebe –“les caería bien”– y, en el pasado, su fallecido hermano Allie, “el muchacho más simpático, inteligente y entrañable del mundo”.
La sinceridad arrolladora de Holden es una de las características que más unen a lector y personaje, que nos revela a lo largo de las páginas las reflexiones propias de un muchacho de su edad: enfrentado a una realidad en la que se siente solo y extraño, contrario a las normas sociales y familiares que ni comprende ni comparte, y acompañado por una sexualidad en auge que va más allá del mero deseo de placer, Holden no es más que, en el fondo, el típico adolescente, que presa de ese primer vacío existencial de la vida, no acaba de encontrarse a sí mismo. Puede que esa sea la gran razón del éxito del libro: todos en algún momento nos hemos sentido como Holden Caulfield, y la maestría de Salinger radica en su capacidad para reflejarlo de manera certera.
En el tono de la novela es permanente la sensación de que quien está hablando no es más que un muchacho. Mientras recorre bares, se emborracha, visita prostitutas o trata de ligar, se nos va abriendo la mente de ese joven que se siente completamente acorralado por la vida, pero que, al mismo tiempo, parece observarla desde lejos, como quien ve una película cuyo argumento apenas le interesa. Ajeno al materialismo, a la superficialidad de la sociedad, Holden siente que es diferente a las demás almas que pueblan esta insípida realidad, que sus valores son distintos a los del resto del mundo, y nos lo detalla con la atronadora honestidad que otorga la desesperanza: “Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es dónde nací, cómo fue todo ese rollo de mi infancia, qué hacían mis padres antes de tenerme a mí, y demás puñetas estilo David Copperfield… pero no tengo ganas de contarles nada de eso”. ¿Cómo no adorarlo?
“Si yo fuera pianista, tocaría dentro de un maldito armario”. Holden Caulfield

El verdadero rostro del guardián

Jerome David Salinger nació en Nueva York el primer día de enero de 1919 y desde su juventud tuvo claro que quería ser escritor. Sin embargo, su alistamiento en la Segunda Guerra Mundial retrasó sus planes, llevándole a las playas de Normandía y a alguna de las batallas más importantes de la guerra, además de convertirle en uno de los primeros soldados que descubrió los campos de concentración alemanes. La experiencia le marcó profundamente, tanto que, según muchos otros veteranos, fue uno de los escritores que mejor supo reflejar el vacío existencial de la guerra.
Años después pidió la baja voluntaria del ejército y se dedicó a su vocación: la literatura. Aparte de escribir El guardián entre el centeno, escribiría Nueve cuentos (1953), Franny y Zoey (1961) y Levantad, carpinteros, la vida del tejado y Seymur: una introducción (1963). El éxito le llegó tarde, pero, tras las aventuras de Holden, se convirtió en toda una celebridad, algo para lo que no estaba preparado. Odiaba a los editores, las relaciones con los medios, las críticas, las interpretaciones de sus obras, etc. Poco a poco fue alejándose más y más de la esfera pública hasta prácticamente desaparecer. Si bien nunca dejó de escribir, puso el punto final a su carrera en 1965, recluyéndose en su casa de New Hampshire. No dio una entrevista en 30 años, ni permitió que se hicieran películas de sus obras y, todavía hoy, se pueden contar con los dedos de la mano las fotografías existentes con su imagen.
“Los libros que de verdad nos gustan son esos que, cuando acabas de leerlos, piensas que ojalá el autor fuera muy amigo tuyo, para poder llamarle por teléfono cuando quisieras”. Holden Caulfield
J. D. Salinger murió en 2010, de muerte natural, cuando tenía 91 años. Pasaría a la historia como uno de los autores más famosos, herméticos y misteriosos de la literatura americana del siglo XX. “Los libros que de verdad nos gustan son esos que, cuando acabas de leerlos, piensas que ojalá el autor fuera muy amigo tuyo, para poder llamarle por teléfono cuando quisieras”, nos cuenta el protagonista de esta rompedora novela. De ser así, J. D. Salinger habría recibido millones de llamadas con el paso de los años. Y es que todavía hoy se cuentan por miles aquellos que, una vez leído el libro, se enamoran para siempre de la voz de Holden. Y con razón.

Entre líneas


"El guardián entre el centeno", J. D. Salinger (Alianza)
“El guardián entre el centeno”, de J. D. Salinger (Alianza Editorial).

“¿Sabes que me gustaría ser? (…) Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos. Quiero decir que no hay nadie mayor vigilándolos. Solo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que caigan por él. En cuanto empiezan a correr sin mirar adónde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Yo sería el guardián entre el centeno”
“Me alegro de que inventaran la bomba atómica: así, si necesitan a alguien voluntario para ponerse debajo cuando la lancen, puedo presentarme el primero.”
“Me paso el día diciendo que estoy encantado de haberlas conocido a personas que me importan un comino. Pero supongo que si uno quiere seguir viviendo, tiene que decir tonterías como esas.”
“No sé por qué hay que dejar de querer a una persona solo porque se haya muerto. Sobre todo si era cien veces mejor que todos los que siguen vivos.”
“Lo que haría sería hacerme pasar por sordomudo y así no tendría que hablar. Si quisieran decirme algo, tendrían que escribirlo en un papelito y enseñármelo. Al final se hartarían y ya no tendría que hablar durante el resto de mi vida”.
“Encantadores. Esa sí que es una palabra que no aguanto. Suena tan falsa que me dan ganas de vomitar cada vez que la oigo”.
“Yo era tan tonto que la consideraba inteligente porque sabía bastante de literatura y de teatro, y cuando alguien sabe de esas cosas cuesta mucho trabajo llegar a averiguar si es estúpido o no. En el caso de Sally, me llevó años enteros darme cuenta de que lo era. Creo que lo hubiera sabido mucho antes si no nos hubiéramos pasado tanto tiempo besándonos y metiéndonos mano”.

martes, 18 de febrero de 2025

García Márquez







Gabriel García Márquez 

Nació en 1927 en un pequeño pueblo de la costa colombiana, Aracataca, donde pasó la infancia con sus abuelos. En 1947 empieza a estudiar Derecho, carrera que abandona para dedicarse al periodismo. Su primera obra, La hojarasca, se publica en 1955, pero su gran éxito será Cien años de soledad, en 1967.  Durante su vida alterna su residencia entre México, Venezuela, Nueva York, Cartagena de Indias, La Habana, París… a veces debido a su trabajo como corresponsal periodísticoMuere en México D.F. en 2014. 

Sus temas son la soledad, la muerte y el amor (a veces tratado con tintes épicos, como en El amor en los tiempos del cólera, sobre un amor que tarda más de 50 años en consumarse), temas universales pero que él articula en un mundo muy singular. Este mundo bebe en primer lugar de la oralidad, de las historias que se contaban en su pueblo, pero también de ecos  de distintos autores como  Faulkner, Kafka, Borges o Virginia Woolf… además de la estética del realismo mágico o lo real maravilloso iniciada por los autores de la renovación. Estos términos, de Uslar Pietri y Alejo Carpentier, se refieren a una estética que integra lo maravilloso en el mundo narrado sin que produzca extrañeza o se perciba como opuesto o distinto a lo real y que para estos autores es la manera de presentar la auténtica esencia de Latinoamérica, sin deformarla con la estética realista europea. 

Por otro lado, hay que mencionar la tensión entre periodismo y relato. Márquez empezó como periodista, y esta fijación por el detalle exacto y revelador no le abandonará nunca (casi todas sus ficciones, incluso las en apariencia más extrañas, suelen tener un origen real). Esto se aprecia en obras como  Relato de un náufrago, que  surgió de una experiencia real siendo un joven redactor del periódico El espectador, de Bogotá, Crónica de una muerte anunciada (1981), que se estructura como una investigación del narrador sobre unos hechos acaecidos décadas antes, o Noticia de un secuestro, donde indaga en el narcotráfico y la violencia en Colombia.

También aparece con fuerza el trasfondo sociopolítico de América Latina, por ejemplo en  El otoño del patriarca,que es una  "novela de dictador" pero también, como él mismo señala, una alegoría sobre su propia soledad y frustración, así como en Cien años de soledad, publicada en 1967, novela emblemática del boom y obra maestra del realismo mágico. Esta obra narra la historia de siete generaciones de una familia perseguida por un destino fatal, que resume simbólicamente la evolución sociopolítica del continente. Esta novela se ambienta en Macondo, pueblo mítico creado a partir de su Aracataca natal y que aparece también en otras obras como La hojarasca, El coronel no tiene quien le escriba o el libro de cuentos Los funerales de la Mamá Grande. 

En 1982 recibe el Premio Nobel de Literatura por lograr mezclar “lo fantástico y lo real” a la vez que refleja “la vida y los conflictos de un continente”. Él mismo declaró que sentía que con este galardón se premiaba a toda la literatura latinoamericana.



García Márquez


Inventa un final para

María dos Prazeres











Un señor muy viejo con unas alas enormes














¿En qué se parecen  Un señor muy viejo con unas alas enormes   y Losing My Religion
de Rem?









Leerías algún relato/ novela de Márquez? ¿Por qué?




lunes, 17 de febrero de 2025

Concurso literario 2024 La llanura infinita

 CONCURSO LITERARIO I.E.S  Doña Jimena  2024


La llanura infinita



Modalidad 1  La llanura infinita.

Cruzó un último jinete la infinita llanura


Escribe un texto literario (máximo el espacio de la tarjeta) que contenga la frase del título, en castellano o asturiano.

Premios  Dos  categorías

        1.     1º  2º   y 3º de la ESO   

                                                               40 € al ganador (en Cheque-Cine), un libro y una rosa.                                          

                   2        4º de la ESO  y Bach I y II    

                                                  40 € al ganador (en Cheque-Cine), un libro y una rosa    



Modalidad 2  A lomos del viento

Escribe un pequeño relato mezclando (textualmente) estos cinco títulos:
    1. La metamorfosis, de Kafka.
                                       2. Reflejos en un ojo dorado ,de Carson McCallers.
             3. El mar, el mar, de Iris Murdoch.
                          4.Una habitación propia, de Virginia Wood
 5 Nada de Carmen Laforet.

Premio único: 40 € al ganador (en Cheque-Cine), un libro y una rosa.



                    También puede participar la comunidad educativa en cualquiera de las 
dos modalidades

con un premio único: un libro y una rosa.

Las tarjetas manuscritas se entregarán antes del 5 de abril.








El deseo de ser piel roja

“Si uno pudiera ser un piel roja siempre alerta, cabalgando sobre un caballo veloz, a través del viento, constantemente sacudido sobre la tierra estremecida, hasta arrojar las espuelas porque no hacen falta espuelas, hasta arrojar las riendas porque no hacen falta riendas, y apenas viera ante sí que el campo era una pradera rasa, habrían desaparecido las crines y la cabeza del caballo.”

F. KafkaEl deseo de ser piel roja, en Contemplación, 1913


Deseo de ser piel roja
La llanura infinita y el cielo su reflejo.
Deseo de ser piel roja.
A las ciudades sin aire llega a veces sin ruido
el relincho de un onagro o el trotar de un bisonte.
Deseo de ser piel roja.
Sitting Bull ha muerto: no hay tambores
que anuncien su llegada a las Grandes Praderas.
Deseo de ser piel roja.
El caballo de hierro cruza ahora sin miedo
desiertos abrasados de silencio.
Deseo de ser piel roja.
Sitting Bull ha muerto y no hay tambores
para hacerlo volver desde el reino de las sombras.
Deseo de ser piel roja.
Cruzó un último jinete la infinita
llanura, dejó tras de sí vana
polvareda, que luego se deshizo en el viento.
Deseo de ser piel roja.
En la Reservación no anida
serpiente cascabel, sino abandono.
DESEO DE SER PIEL ROJA.
(Sitting Bull ha muerto, los tambores
lo gritan sin esperar respuesta. )

Leopoldo María Panero

domingo, 9 de febrero de 2025

Pizarnik/Akhmatova/ Ndèye Coumba

AlejandraPizarnik
                                 Alejandra Pizarnik



Pizarnik/Akhmatova/ Ndèye Coumba

1. A Pizarnik  hay que leerla (como a Rimbaud) dejándose arrastrar. sin obsesionarse por comprender.  ¿Que te sugieren las imágenes ("Iluminaciones" diría Rimbaud)
de Caminos del espejo?



 2. Anna Akhmatova
¿qué quiere decir con

                 "Todo lo que veo me sobrevivirá"?


¿Por qué es un verso tan citado?

En el poema ¿qué es ese todo? (Busca y enumera cosas)


3 Ndèye Coumba habla de África y la condición de la mujer africana. ¿En qué lo percibes? Opina sobre este poema.


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En Argentina Alejandra Pizarnik (1936-1972) hija de inmigrantes judíos de la Rusia Imperial. Su obra es una de las propuestas más rupturistas y de mayor influencia en la poesía contemporánea, sobre todo en la escrita en lengua española por mujeres. La vida y la obra de esta autora puede definirse como una extraña tentación de traspasar los límites, siempre tanteando el milagro, aun a riesgo de asomarse a la locura. Amiga de Cortázar, exploró como él ese otro lado de la realidad en el que se instala lo fantástico. Pizarnik escribió libros poéticos de notoria sensibilidad e inquietud formal marcada por una insinuante imaginería. Sus temas giraban en torno a la soledad, la infancia, el dolor y, sobre todo, la muerte.





Caminos del espejo

I
Y sobre todo mirar con inocencia. Como si no pasara nada, lo cual es cierto.

II
Pero a ti quiero mirarte hasta que tu rostro se aleje de mi miedo como un pájaro del borde
filoso de la noche.

III
Como una niña de tiza rosada en un muro muy viejo súbitamente borrada por la lluvia.

IV
Como cuando se abre una flor y revela el corazón que no tiene.

V
Todos los gestos de mi cuerpo y de mi voz para hacer de mí la ofrenda, el ramo que abandona
el viento en el umbral.

VI
Cubre la memoria de tu cara con la máscara de la que serás y asusta a la niña que fuiste.

VII
La noche de los dos se dispersó con la niebla. Es la estación de los alimentos fríos.

VIII
Y la sed, mi memoria es de la sed, yo abajo, en el fondo, en el pozo, yo bebía, recuerdo.

IX
Caer como un animal herido en el lugar que iba a ser de revelaciones.

X
Como quien no quiere la cosa. Ninguna cosa. Boca cosida. Párpados cosidos. Me olvidé.
Adentro el viento. Todo cerrado y el viento adentro.






Que me dejen con mi voz nueva, desconocida. No, no me dejen. Oscura y triste la infancia se ha ido, y la gracia, y la disipación de los dones. Ahora las maravillas emanan del nuevo centro (desdicha en el corazón de un poema a nadie destinado). Hablo con la voz que está detrás de la voz y con los mágicos sonidos del lenguaje de la endechadora. A unos ojos azules que daban sentido a mis sufrimientos en las noches de verano de la infancia. A mis palabras que avanzaban erguidas como el corcel del caballero de Bemberg. A la luz de una mirada que engalanaba mi vocabulario como a un espléndido palacio de papel. Me embriaga la luz. No nombro más que la luz. Quiero verla. Quiero ver en vez de nombrar. No sé dónde detenerme y morar. El lenguaje es vacuo y ningún objeto parece haber sido tocado por manos humanas. Ellos son todos y yo soy yo. Mundo despoblado, palabras reflejas que sólo solas se dicen. Ellas me están matando. Yo muero en poemas muertos que no fluyen como yo, que son de piedra como yo, ruedan y no ruedan, un zozobrar lingüístico, un inscribir a sangre y fuego lo que libremente se va y no volvería. Digo esto porque nunca mas sabré destinar a nadie mis poemas. Vida, mi vida, ¿qué has hecho de mi vida? Hemos consentido visiones y aceptado figuras presentidas según los temores y los deseos del momento, y me han dicho tanto sobre cómo vivir que la muerte planea sobre mí en este momento que busco la salida, busco la salida. Volver a mi viejo dolor inacabable, sin desenlace. Temía quedarme sin un imposible. Y lo hallé, claro que lo hallé. La aurora gris para mi dolor infuso, me llaman de la habitación más cercana y del otro lado de todo espejo. Llamadas apresurándome a cubrir los agujeros de la ausencia que se multiplican mientras la noche se ofrece en bloques de dispersa oscuridad. Luz extraña a todos nosotros, algo que no se ve sino que se oye, y no quisiera decir más porque todo en mí se dice con su sombra y cada yo y cada objeto con su doble.

La enamorada




esta lúgubre manía de vivir  esta recóndita humorada de vivir  te arrastra alejandra no lo niegues.  hoy te miraste en el espejo  y te fue triste estabas sola  la luz rugía el aire cantaba  pero tu amado no volvió  enviarás mensajes sonreirás  tremolarás tus manos así volverá  tu amado tan amado  oyes la demente sirena que lo robó  el barco con barbas de espuma  donde murieron las risas  recuerdas el último abrazo  oh nada de angustias  ríe en el pañuelo llora a carcajadas  pero cierra las puertas de tu rostro  para que no digan luego  que aquella mujer enamorada fuiste tú  te remuerden los días  te culpan las noches  te duele la vida tanto tanto  desesperada ¿adónde vas?  desesperada ¡nada más!

Anna-AkhmatovaAnna Akhmatova (1889-1966) Poeta rusa nacida en Odessa el 23 de junio de 1889. Hija de una noble familia de origen tártaro, estudió latín, historia y literatura en Kiev y en San Petersburgo. Lectora incansable, leía en sus lenguas originales a Baudelaire, Dante, Horacio y Shakespeare.
Durante muchos años fue silenciada por el régimen soviético. Sus poemas se prohibieron, fue acusada de traición y deportada. A su regreso a Leningrado, en 1944, produjo su obra más importante, “Requiem“, publicada apenas en 1963. En 1965 fue nombrada Doctor Honoris Causa por la Universidad de Oxford.
El correr del tiempo“, su última obra, es un balance de su trayectoria de 1910 a 1965. Falleció en Moscú en 1966. Hoy se le considera la más grande mujer poeta en la historia de la literatura rusa.

Todo lo que veo me sobrevivirá
hasta los nidos de los estorninos,
y este aire migratorio que cruzó,
aire primaveral, la mar en vuelo.

La voz eternidad de allá nos llama,
del más allá con su invencible fuerza,
y por encima del cerezo en flor,
la luz lunar menguando se derrama.

Parece que blanquea sin estorbo,
a través de las verdes espesuras,
la senda que no digo adónde lleva...

Allí hay más claridad entre los troncos
y todo se asemeja a la arboleda
que circunda el estanque en Tsárkoie Seló.


aminata_sow_fall_senegal1Poeta senegalesa que escribió “Filles du soleil” (Hijas del sol), un homenaje a las mujeres en el que muestra su preocupación por la suerte de las mujeres del Senegal y de toda África. Murió en septiembre del 2001.



Mi corazón es ardiente, como abrasador mi sol.
Grande también mi corazón, como África mi gran corazón.
Habitada de un gran corazón, más no puedo amar…
Amar a la tierra, amar a sus hijos.
Ser mujer, más no poder crear;
Crear, no sólo procrear.
Y, mujer africana, luchar.
Todavía luchar, para erguirse antes.
Luchar para borrar la huella de la bota que aplasta.
Señor!…luchar
Contra las prohibiciones, prejuicios, su peso.
Y, sin embargo!…
Seguir siendo Mujer africana, pero ganar la otra.
Crear, no sólo procrear.
Asumir su destino en el destino del mundo

martes, 4 de febrero de 2025

Réquiem por un sueño

 NOVELA   1978


PELÍCULA  2000



Hubert Selby
Réquiem por un sueño      1978    (fragmento)

"Lo primero que hizo fue encender la televisión, luego preparar otra cafetera y mirar con desprecio a la nevera que todavía estaba enfurruñada en silencio mientras olía el aroma de la derrota. Sara estuvo ocupada en la cocina frotando, secando, ordenando, mirando continuamente el reloj para ver si era hora de cenar. Finalmente las manecillas del reloj formaron una línea recta y Sara se sentó excitada a la mesa con su pastilla naranja. Se la metió en la boca, tomó algo de café y luego volvió a barrer y limpiar y fregar mientras tarareaba, hablando consigo misma, con el televisor, e ignorando deliberadamente la nevera. De vez en cuando se recordaba lo del agua y bebía un vaso pensando en estar delgada y ser una señora estupenda. Por fin la energía empezó a decaer y fue consciente del hecho que tenía los dientes apretados y los chocaba unos contra otros, pero eso fue bastante fácil de olvidar cuando se instaló en su butaca de ver la tele, o al menos intentarlo. Se movía nerviosa sin parar y se retorcía y se levantaba por esto o aquello, o por otro café o por agua, notando una especie de hormigueo bajo la piel y una ligera y vaga sensación de aprensión en el estómago, pero no lo bastante intensa para molestar de verdad. Sólo era consciente de que no se sentía tan bien como por la tarde, pero todavía se sentía mejor, más viva, de lo que se había sentido en muchos años. Lo que había perdido merecía la pena. Un pequeño precio que pagar. No dejaba de pensar en la pastilla verde y aunque al programa que estaba viendo le faltaba la mitad para terminar, se levantó de la butaca y tomó la pastilla verde y volvió a su butaca de ver la tele. Tomó unos cuantos vasos de agua más y decidió que mañana tomaría menos café. El café no sienta bien. El té es mejor. Si algo no va bien probablemente se deba al café. Tomó algo más de agua visualizando que disolvía la grasa de su cuerpo y se la llevaba lejos… lejos… muy lejos…
Tyrone había pillado dos buenas cantidades más y por la noche él y Harry estaban preparados para los grandes negocios. Continuaron teniendo cuidado con el material, limitándose a darle sólo algún tiento, lo suficiente para mantenerlos tranquilos allí en la calle, pero no lo bastante para embotarles los sentidos. Tenían que mantener el tipo, pero era duro. Durante el día habían recibido llamadas telefónicas y estaban listos para colocar al menos la mitad del material antes incluso de haberlo cortado. Después de hacer varias ventas Harry llamó a Marion para enterarse de quién más había llamado y qué estaba pasando. Aquello suponía tal follón que Marion sugirió que se limitaran a tener el material allí hasta que pusieran teléfono en casa de Tyrone. Todo esto de andar por ahí y recibir mensajes es absurdo. Y parece como si tú estuvieras corriendo riesgos innecesarios, Harry, por cómo estás haciendo las cosas ahora. Harry se mostró de acuerdo inmediatamente con la sugerencia y decidió mantener al margen el apartamento de ella hasta que instalaron el teléfono en casa de Tyrone unos días después. Entonces todo fue más fácil y cómodo. Ellos todavía se andaban con mucho cuidado con lo que usaban para sí mismos, y el material que estaban ligando todavía era tan bueno que podían cortarlo cuatro veces y seguía siendo bueno. La gente esperaba su mierda. Empezaron a cortarla cinco veces y ganaban mucho más dinero. Los billetes se apilaban por miles y alquilaron una caja de seguridad, bajo un nombre falso, y guardaron el dinero allí. Ganaban más de mil dólares diarios y decidieron que era el momento de aflojar algo y conseguirse algo de ropa decente que ponerse cuando salían. Pero parecía que nunca tenían tiempo para salir así que empezaron a utilizar un par de intermediarios como Gogit para que salieran con algo de material por la noche y volvieran al día siguiente con la pasta, que repartían a mitad con aquellos tipos. De pronto, o eso pareció, el mundo había dado la vuelta y todo era un camino de rosas. Entonces, la botella en lugar de estar medio vacía de repente estaba medio llena, y cada vez se encontraban más cerca de la cima. "