El nacimiento de la tragedia.
Los griegos fueron los creadores de la
tragedia. En un principio, le confirieron un profundo sentido religioso, ya que la obra trágica nació como
representación del sacrificio de Dionisios (Baco) y formaba parte del culto
público.
Los teatros debían edificarse en las
inmediaciones del templo del dios. Los
actores y cantores eran considerados por los sacerdotes, personajes inviolables y sagrados.
Para los antiguos griegos, Dionisios era la
divinidad protectora de la vida y símbolo del placer, el dolor y la resurrección.
Durante la época de la vendimia en su honor se cantaban a coro distintos
himnos llamados ditirambos. En los poblados y en las plazas, donde el público
danzaba, 50 coreutas hacían una ronda alrededor del altar.
Representaban a los "hombres cabrones"
o "sátiros" (seres mitológicos que tenían cuerpo de hombre y
piernas de cabra) que lamentaban el sepelio del dios.
Primitivamente, sólo se trataba de una
ceremonia mimética, pero con el correr de los años, las técnicas fueron
evolucionando y la magia del disfraz enriqueció la puesta en escena.
Cuando los actores interrumpían sus lamentos
para tomar aliento, se introducía entre las estrofas el "solo" de
un recitante.
A partir de esta primera innovación, ya no
sólo se conmemoraba la pasión de un dios sino también, todos los rasgos de la
leyenda, que eran interpretados por gemidos que emitía la concurrencia a modo
de acompañamiento. Esta ceremonia recibía el nombre de "coro
cíclico".
Las ofrendas del público consistían
generalmente en un macho cabrío, que era consagrado a Dionisios.
Etimológicamente, la palabra "tragedia" tiene mucho que ver con
este ritual. El nombre deriva de "trago día" (del griego tragos,
que significa macho cabrío y de oda, que significa canto).
El primer trágico fue Tespis, que triunfó en
el ano
Tespis reemplazó el pintarrajeo grosero de los
coreutas por una máscara de género estucado. Las máscaras representaban las facciones de los distintos
personajes. Las más primitivas estaban hechas de corteza de árbol luego de
cuero forrado con tela y finalmente, de madera.
Los creadores eran verdaderos artesanos, la abertura
de la boca era grande y prolongada como un embudo hecho de cobre. Este
formato contribuía a aumentar el volumen de la voz en escena.
Hubo varias clases de máscaras: cómicas,
trágicas y satíricas. Las primeras eran ridículamente toscas, con los ojos
bizcos, la boca torcida y las mejillas desvencijadas. Las trágicas eran
notablemente grandes, tenían la mirada furiosa, los cabellos erizados y las
sienes o la frente deformes. Las satíricas eran las más repugnantes y
representaban solamente figuras extravagantes y fantásticas, tales como
cíclopes, centauros, faunos y sátiros.
Con las innovaciones que introdujo Tespis, la
máscara griega dejó de lado el bestiario fabuloso y la tragedia adquirió un
tenor más humano. A comienzos del siglo V a.C, la tragedia
ya se había instalado como género dentro de la literatura.
Podría decirse que el eje central de toda obra
trágica es el restablecimiento
doloroso del orden, y el alumbramiento traumático del deber en su doble
aspecto. Desde el plano religioso, desarrolla el antagonismo que existe entre el hombre y el cosmos. Y en el plano
político explica la conflagración subyacente entre el hombre y el poder.
Tanto en un aspecto como en otro, la
representación será el vértice del debate. No es casual, por ejemplo, que la figura
más relevante de las obras clásicas sea la de los reyes. Esto se debe a que
ellos representaban los blancos más visibles de la sociedad, y en
consecuencia, eran los más susceptibles, ya que la vida privada de los
monarcas, en un espectáculo público pertenecía a todo el mundo.
Este aspecto formaba parte de la mentalidad de
los griegos. De hecho, la Polis era considerada como un todo, y la justicia, para este pueblo era un
valor excelentísimo. Si no había justicia en sus gobernantes la Polis
tampoco podía ser justa. Por eso, para los griegos, la política y los
políticos eran los encargados de ejecutar justicia, pero en una dimensión
propiamente humana. No había posibilidades de realización individual dentro
de un régimen injusto.
La justicia era para ellos una perfección
valiosa; algo que no se buscaba por sus ventajas, y cuyos designios, sin
embargo eran implacables.
La finalidad de los festivales dramáticos era
la de exaltar la tradición mítica, el patriotismo; aleccionar, conmover,
marcar nuevos rumbos, como así también dar lugar a cuestiones honoríficas y
cuando no, farandulescas. Muchos actores obtenían premios tales, como la
corona de hiedra o placas recordatorias llamadas ex-voto.
Desde luego que tampoco faltaron los
"intereses creados". En los teatros, en primera fila y en los
palcos de honor, había un gran sitial destinado al sacerdote del dios.
El coro
(coreutas) estaba a cargo de los ciudadanos ricos y hacendados, quienes corrían con
todos los gastos del espectáculo, creyendo que cumplían así un deber de
piedad patriótica" (piedad que, por cierto, contribuía también a la
conquista de los sufragios populares).
Los asistentes eran clasificados por
categorías: los sacerdotes, magistrados y generales; luego los ciudadanos y
por último el pueblo.
Al entrar al teatro los espectadores
entregaban a los revisores una ficha de hueso o de marfil, que con
anterioridad habían comprado en la taquilla a un empresario, y que indicaba
el sitio que debían ocupar. El publico podía, si quería, aplaudir la obra o
silbar en señal de desagrado.
El precio de los asientos, que median unas
En los anfiteatros se utilizaron distintos
mecanismos. Al principio fueron pocos y rústicos; luego se fueron
perfeccionando e incluyeron plataformas móviles y todo tipo de parafernalias,
gracias a las cuales los personajes adquirían mayor movilidad y
desplazamiento sobre el escenario.
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Artículo
Edipo Rey, una novela
policíaca
“Más que con el cuento popular es de regla la comparación del
Edipo por su trama formal con la moderna novela de policía, como sugieren la
extrema economía y perfección lógica de todos los pasos del argumento que
llevan al desenlace. La diferencia que hace sentir paradójica la comparación,
aún sólo en cuanto al argumento, es que en la novela policial el “crimen”
está urdido a sabiendas por otro hombre, y el detective, generalmente ajeno a
los móviles de los personajes, lo rastrea con desinterés intelectual, en el
plano del acertijo, del problema de ajedrez o de álgebra. Aquí no hay
construcción deliberada del “misterio” ; el misterio es lo dado por la vida,
resultado de factores que rebasan al individuo que lo padece y que, sin
proponérselo y muy en su daño, lo rastrea, no por puro placer intelectual,
sino vitalmente interesado en el bien de los suyos. La diferencia primordial
que anula todo el paralelo es que en Sófocles el criminal es a la vez el
policía, y cada impulso noble le acerca al reconocimiento que es su ruina.
Pues el contacto que ha sugerido la comparación con la novela
policial es que, en efecto, el argumento de una y otra culminan en un
reconocimiento (o, para emplear el término de la Poética, en una
anagnórisis), al cual tienden rigurosamente todos los pormenores en una y
otra creación literaria, y es responsable de la creación de la trama. La
diferencia (si hay que explicarlo) entre Sófocles y Sir Arthur Conan Doyle en
este punto no pertenece a la categoría de sustancia sino a la de calidad. La
novela moderna no va más allá de la simple identificación intelectual.”
María Rosa Lida de Malkiel, Introducción al teatro de Sófocles
La tragedia griega
Anota algún dato, reflexión, anécdota del repportaje que te haya
parecido interesante
Principales tragedias griegas.
Edipo
Medea
Prometeo (Esquilo)
Antígona
Electra
Lee en el blog
el artículo Edipo Rey, una novela policíaca.
¿Qué quiere decir la comparación tragedia / novela policiaca?
¿Algunas de las tramas, aspectos ideas..
que leíste de la tragedia pueden estar de actualidad? Escribe unas líneas
con tus reflexiones
poderosa afrodita
La tragedia griega
Antígona, de Sófocles
La escena, frente al palacio real de Tebas con escalinata. Al
fondo, la montaña. Cruza la escena Antígona, para entrar en palacio. Al cabo de
unos instantes, vuelve a salir, llevando del brazo a su hermana Ismene, a la
que hace bajar las escaleras y aparta de palacio.
…ISMENE
¿Qué pasa? Se ve que lo que vas a decirme te ensombrece.
ANTÍGONA
Y, ¿cómo no, pues?
¿No ha juzgado Creonte digno de honores sepulcrales a uno de nuestros hermanos,
y al otro tiene en cambio deshonrado? Es lo que dicen: a Etéocles le ha
parecido justo tributarle las justas, acostumbradas honras, y le ha hecho
enterrar de forma que en honor le reciban los muertos, bajo tierra. El pobre
cadáver de Polinices, en cambio, dicen que un edicto dio a los ciudadanos
prohibiendo que alguien le dé sepultura, que alguien le llore, incluso. Dejarle
allí, sin duelo, insepulto, dulce tesoro a merced de las aves que busquen donde
cebarse. Y esto es, dicen, lo que el buen Creonte tiene decretado, también para
ti y para mí, sí, también para mí; y que viene hacia aquí, para anunciarlo con
toda claridad a los que no lo saben, todavía, que no es asunto de poca monta ni
puede así considerarse, sino que el que transgreda alguna de estas órdenes será
reo de muerte, públicamente lapidado en la ciudad. Estos son los términos de la
cuestión: ya no te queda sino mostrar si haces honor a tu linaje o si eres
indigna de tus ilustres antepasados.
ISMENE
No seas atrevida:
Si las cosas están así, ate yo o desate en ellas, ¿qué podría ganarse?
ANTÍGONA
¿Puedo contar con
tu esfuerzo, con tu ayuda? Piénsalo.
ISMENE
¿Qué ardida
empresa tramas? ¿Adónde va tu pensamiento?
ANTÍGONA
Quiero saber si
vas a ayudar a mi mano a alzar al muerto.
ISMENE
Pero, ¿es que
piensas darle sepultura, sabiendo que se ha públicamente prohibido?
ANTÍGONA
Es mi hermano —y
también tuyo, aunque tú no quieras—; cuando me prendan, nadie podrá llamarme
traidora.
ISMENE
¡Y contra lo
ordenado por Creonte, ay, audacísima!
ANTÍGONA
El no tiene
potestad para apartarme de los míos.
ISMENE
Y ahora, que solas
nosotras dos quedamos, piensa que ignominioso fin tendremos si violamos lo
prescrito y trasgredimos la voluntad o el poder de los que mandan. No, hay que
aceptar los hechos: que somos_ dos mujeres, incapaces de luchar contra
hombres³; Y que tienen el poder, los que dan órdenes, y hay que
obedecerlas—éstas y todavía otras más dolorosas. Yo, con todo, pido, si, a los
que yacen bajo tierra su perdón, pues que obro forzada, pero pienso obedecer a
las autoridades: esforzarse en no obrar corno todos carece de sentido,
totalmente.
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miércoles, 28 de septiembre de 2016
La tragedia griega
martes, 27 de septiembre de 2016
Nirvana 25 años después.
Se cumplen estos
días el 25 aniversario de la publicación de Nevermind, disco clave en la historia del punk rock. Representó como
nadie a la llamada Generación X,(años 90) desmotivada y
autodestructiva.
Kurt Cobain tenía un método de
composición que le enseñó el escritor beat Burrough, el cut –up, en sus palabras “pedazos de poesía y basura”
Si quieres leer la influencia de la literatura sobre Kurt
Cobain,
Traducción al español d la canción Smells Like Teen Spirit de Nirvana
Smells like Teen Spirit por Nirvana
Cargado de pistolas
Y junto a tus amigos
Es divertido perder
Y pretender
Ella está muy cansada
Y bastante segura
Oh no, Yo sé
Una palabra sucia
Hola, hola, hola, ¿cuán bajo?
Hola, hola, hola, ¿cuán bajo?
Hola, hola, hola, ¿cuán bajo?
Hola, hola, hola...
Con las luces apagadas
Es menos peligroso
Aquí estamos ahora
Nos entretiene
Me siento estúpido
Y contagioso
Aquí estamos ahora
Nos entretiene
Un mulato
Un albino
Un mosquito
Mi libido
Si
Soy el peor en lo que
Hago mejor
Y por este regalo
Me siento bendecido
Nuestro pequeño grupo
Ha sido siempre
Y siempre será
Hasta el final
Me gusta Autenticidad, rabia, pureza, gravedad, energía, nihilismo
Suena igual que hace 25 años
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