Entrevista con el vampiro
“La emoción más antigua y más intensa de la humanidad es el miedo, y el más antiguo y más intenso de los miedos es el miedo a lo desconocido”
Lovecraf
A finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, durante el Romanticismo , se produce la gran eclosión de la novela de terror. Se busca conmover al lector, invitándolo a que deje atrás la carga racionalista para sumergirlo en los fantasmas de su propia imaginación. Surge así la llamada novela gótica que tiene su origen en Inglaterra y luego se extiende por Europa y Estados Unidos. Vampiros, seres sobrenaturales, brujas, muertos vivientes… inundan unas páginas llenas de misterios y sombras. Algunos títulos pioneros de la literatura gótica son: El Castillo de Otranto (1764) de Horace Walpole, Udolfo de Anne Radcliffe, El Monje (1796) de Matthew Gregory Lewis, Melmoth, el errabundo (1820) ..
Apuntábamos que la novela gótica es una manifestación del Romanticismo. El movimiento romántico, se define por su defensa de la rebeldía, la libertad, y su espíritu trasgresor puede llevarles al desafío contra los dioses, o traspasar las fronteras de la muerte para urgar (entre el morbo y la angustia) en el más allá. Así estamos definiendo a Autores como Poe, Stoker o la pionera Mary Shelley
Lo monstruoso cautivó a la romántica Mary Shelley .La historia es sobradamente conocida y conviene recordarla ( y para eso está Remando al viento (1987) la bellísima película de Gonzalo Suárez)En el verano de 1916 Mary y su marido Percy B. Shelley van a visitar a Lord Byron (junto con su secretario el poeta Polidori)que se encuentra voluntariamente expatriado en Suiza, en Villa Diodati, a las orillas del Lago Ginebra. El 16 de Junio,en una noche de tormenta, están leyendo en voz alta un libro alemán de historias de fantasmas y Byron propone como juego que cada uno escriba el cuento más terrorífico intentando “dar vida a lo inerte”. Una semana después, Mary Shelley(¡con tan sólo 19 años¡) empezó a escribir Frankenstein 1816, uno de los clásicos de la literatura gótica de horror, que es mucho más que un libro de género, es casi un tratado filosófico y moral sobre la imposibilidad de que el hombre sea Dios y cree vida a través de un ser monstruoso compuesto por trozos de cadáveres cosidos que se rebela contra su médico creador. En Frankenstein se dan la mano el género de terror con el fantástico en una narración de extraordinaria calidad literaria.
De entre los demás asistentes al “desafío”, solo Polidori cumplió con El Vampiro, la primera novela sobre ese ser fantástico que vuela de noche en busca de sangre para perpetuarse.
Vampiros
A diferencia del fantasma, el vampiro tiene cuerpo. No es un muerto, ni un vivo, pertenece a un estadio intermedio entre la vida y la muerte. Está muerto, pero aún conserva su vitalidad, alimentándose con la energía de los vivos. Solamente el vampiro como hijo de la Imaginación (romántica) y no de la Razón (ilustrada, realista) puede confrontarnos con la paradoja de una vida en la muerte , donde la Muerte penetra en la Vida misma como fuerza activa, mediante la sangre, que pasa de ser el nutriente de los vivos a ser el alimento de los muertos. No es la inmortalidad del alma, sino la del cuerpo. El vampiro representa, en su rebelión contra los tabúes, la angustia más antigua e intensa de la humanidad, la angustia hacia lo desconocido de la muerte. Invierte las palabras de Cristo “Aquel que coma mi carne y beba mi sangre tendrá la vida eterna”. Es la rebelión de Lucifer, que dice No a Dios, pero afirma los más viejos deseos humanos de conservar incorruptible la carne y los placeres. Por cierto, así se explica la alta carga erótica de los relatos que pasamos a comentar, en una mezcla de necesidad, lujuria y (en algunos) algo parecido al amor.
Haciendo un poco de historia vampírica, el rastro del vampiro alcanza a las culturas más arcaicas. Por ejemplo en la demonología mesopotámica existen imprecaciones sobre siete “fantasmas que atacan los hogares..y se ensañan con los hombres y derraman su sangre, como la lluvia, y devoran su carne, y chupan de sus venas..”
Sumerios, árabes, griegos, pasando por la Edad Media cada vez con menos atributos animalescos, mas humano. Y así hasta llegar al Romanticismo, donde , como dijimos antes, se da el primer testimonio escrito de la mano de Polidori-
Se convierte en el tema central del Romanticismo negro, y de la pléyade de autores que se podrían mencionar, nos contentamos con los mejores (frente a los que usan al vampiro como fácil tramoya para trucos y sustos).
Desracamos:
E.T.A. Hoffmann y su Vampirismo
Edgard Allan Poe en Berenice , que trata el tema de la mujer vampiro.
Alexei Tolstoi en La familia del vurdalak
Josepph Sheridan Le Fanu con Carmilla (1872) , que deriva hacia el vampirismo de corte lésbico, construyendo un relato magistral que ha marcado el desarrollo del género (influyó mucho,por ejemplo, en Drácula)
Horacio Quiroga (por citar un interesante relato hispanoamericano) con El almohadón de plumas
Y cerrando gloriosamente el siglo, el gran libro del vampiro, el relato que aúna la tradición folclórica y la literaria: Drácula (1897), de Bram Stoker, que ya en su época vendió más de un millón de ejemplares
La tensión creciente de la atmósfera, de las imágenes, y de la energía mítica que desprenden,alcanzan aquí,literariamente,después de tantas novelas góticas absurdas, su grado máximo.
Aunque no fue autor de novelas sino más bien de relatos, no podemos dejar de citar al norteamericano Edgar Allan Poe. Una vida repleta de elementos misteriosos no podía sino manifestarse en unos relatos donde el horror explota con más intensidad. Con un cierto gusto por lo macabro, por el mundo de la muerte y de la corrupción, por la simbología de ciertos animales, por la tortura, envuelto en una prosa truculenta y efectiva. Poe nos ha dejado obras extraordinarias como Ligeia, El pozo y el péndulo, El gato negro, El barril de amontillado, La caída de la Casa Ushe o Los crímenes de la calle Morgue, uno de los precedentes de la novela negra. Sí se considera novela (y muy terrorífica)Las aventuras de Arthur Gordon Pym (1838) El narrador y protagonista,un joven ávido de nuevos riesgos y experiencias, embarca junto a su amigo Augustus en una nave que llevará a ambos hacia el caos, la muerte, una serie de penurias a cuál más insoportable y, por encima de todo, el lado más perverso y vergonzoso de la especie humana, el lado que sólo se muestra abiertamente en situaciones límites, cuando entra en juego nuestra superviviencia. Criaturas extrañas y situaciones paranormales aderezan los ya de por sí difíciles viajes marítimos de exploración. De manera que Arthur Gordon Pym queda para siempre traumatizado por sus pesadillas, reales e imaginarias, tanto más graves cuanto que nadie las cree una vez que regresa y las cuenta a la civilización.
El escocés Robert Louis Stevenson, conocido por novelas de aventuras como La isla del Tesoro, escribió una extraordinaria novela de terror El extraño caso del Dr. Jekyll y mr. Hyde, considerada también como precursora de la novela negra, en donde analiza un caso de esquizofrenia criminal.
H.G.Wells, en La guerra de los mundos es el primero que toca el tema de los marcianos.
Han llegado del espacio exterior y, equipados con terribles máquinas, los invasores aterrizan en nuestro planeta y empiezan a sembrar el terror y la destrucción. Su único objetivo es conquistar la Tierra y convertir a los humanos en sus esclavos. Parece que nada ni nadie podrá detenerlos…
Henry James es universalmente conocido por haber escrito la novela de fantasmas más famosa Otra vuelta de tuerca (1898)
Nos encontramos, por primera vez en la historia del terror, ante un cuento de fantasmas con niños. Su presencia tiene un doble efecto: puede dotar de candidez al conjunto, haciendo más trágico el final y la supuesta moraleja o, por el contrario, volver todo el relato aún más desconcertante.
Oscar Wilde. El fantasma de Canterville (1887)
Es este relato un homenaje humorístico a aquellos cuentos de fantasmas y casas encantadas con los que está preñada la literatura desde siglos precedentes. Wilde se ayuda de todos los elementos que han dado forma a los relatos fantásticos clásicos, colocando su narración en una fastuosa mansión, con fantasma incluído, como no podía ser de otra manera. Lógicamente, el pasado funesto en torno a la casa y el aparecido no pueden faltar, como en toda narración sobre entes incorpóreos que se precie. El humor fino y sutil que imprime Wilde al relato se hace presente en las primeras páginas, y desde su inicio vemos muestras del tono que va a poseer el cuento (al contarle el vendedor al futuro propietario que en la casa hay un fantasma, éste le contesta: “Compraré el inmueble y el fantasma, bajo inventario”).
El retrato de Dorian Gray es considerada una de las últimas obras clásicas de la novela de terror gótica con una fuerte temática faústica.
La literatura española también ha aportado títulos al género terrorífico. Podríamos citar a Gustavo Adolfo Bécquer, que en sus Leyendas (el monte de las ánimas; El miserere…)lleva al relato motivos del folclore españolunidos a su poderosa imaginación.
Otros autores dignos de mención serían Espronceda (El estudiante de salamanca) y Zorrilla (El fantasma de la casa museo).