martes, 8 de mayo de 2018

Octavio Paz




20 años sin Octavio Paz

Premio Nobel

Poeta, ensayista, traductor, diplomático, crítico de arte y política, fue el prototipo de la figura del intelectual del siglo XX. El único premio Nobel de literatura (1990) mexicano, fallecido en 1998, dejó una fuerte huella en la escena cultural. Más allá de su obra poética y ensayística, Octavio Paz lideró toda una corriente de pensamiento a través de revistas, puestos políticos y académicos que le convirtieron en una de las figuras clave de la cultura en español. A 20 años de su fallecimiento.
El laberinto de la soledad (1950). “En un sentido estricto, el mundo moderno no tiene ya ideas. Por tal razón, el mexicano se sitúa ante su realidad como todos los hombres modernos: a solas”. Su obra más popular es este ensayo sobre la identidad mexicana buceando en las cuevas de la antropología, el psicoanálisis y los mitos mexicas.
Piedra de sol (1957). 584 endecasílabos girando sobre la fragilidad de las relaciones humanas, el deseo y el amor. “Amar es combatir, es abrir puertas, / dejar de ser fantasma con un número /a perpetua cadena condenado / por un amo sin rostro; / el mundo cambia / si dos se miran y se reconocen”.
Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe (1982). “Sor Juana Inés de la Cruz fue un espíritu libre y ávido de conocimiento. El ensayo que le dedicó Octavio Paz es, probablemente, el mejor libro de crítica literaria surgido de América Latina”, escribió Mario Vargas Llosa sobre el trabajo de Paz sobre ese milagro del barroco que fue la monja mexicana convertida en una de las mayores poetas el Siglo de Oro.
El arco y la lira (1956). El primero de sus trabajos ensayísticos en torno a la poesía y su relación con otras disciplinas artísticas. “Una tela, una escultura, una danza son, a su manera, poemas. Y esa manera no es muy distinta de la del poema hecho de palabras. La diversidad de las artes no impide su unidad. Más bien la subraya”.
Águila o sol (1949-1959). Entre la prosa y la poesía, esta recopilación de textos recoge desde los destellos surrealistas del primer Paz, el mundo precolombino o las alegorías mitológicas. “Tengo prisa por estar. Corro tras de mí, tras de mi sitio, tras de mi hueco. ¿Quién me ha reservado este sitio? ¿Cómo se llama mi fatalidad?"





Octavio Paz (Méjico 1914-1990) escribió un largo poema de amor arrebatado, titulado
Piedra de sol (que aquí puedes leer al completo)


He aquí un fragmento
.................

Todo se transfigura y es sagrado,
es el centro del mundo cada cuarto,
es la primera noche, el primer día,
el mundo nace cuando dos se besan,
gota de luz de entrañas transparentes
el cuarto como un fruto se entreabre
o estalla como un astro taciturno
y las leyes comidas de ratones,
las rejas de los bancos y las cárceles,
las rejas de papel, las alambradas,
los timbres y las púas y los pinchos,
..
se derrumban
por un instante inmenso y vislumbramos
nuestra unidad perdida, el desamparo
que es ser hombres, la gloria que es ser hombres
y compartir el pan, el sol, la muerte,
el olvidado asombro de estar vivos;

amar es combatir, si dos se besan
el mundo cambia, encarnan los deseos,
el pensamiento encarna, brotan alas
en las espaldas del esclavo, el mundo
es real y tangible, el vino es vino,
el pan vuelve a saber, el agua es agua,
amar es combatir, es abrir puertas,
dejar de ser fantasma con un número
a perpetua cadena condenado
por un amo sin rostro;
el mundo cambia
si dos se miran y se reconocen,
amar es desnudarse de los nombres:
"déjame ser tu puta", son palabras
de Eloísa, mas él cedió a las leyes,
la tomó por esposa y como premio
lo castraron después;
mejor el crimen,
los amantes suicidas, el incesto
de los hermanos como dos espejos
enamorados de su semejanza,
mejor comer el pan envenenado,
el adulterio en lechos de ceniza,
los amores feroces, el delirio,
su yedra ponzoñosa, el sodomita
que lleva por clavel en la solapa
un gargajo, mejor ser lapidado
en las plazas que dar vuelta a la noria
que exprime la substancia de la vida,
cambia la eternidad en horas huecas,
los minutos en cárceles, el tiempo
en monedas de cobre y mierda abstracta;


Cómo hacer un poema


Poema de Octavio Paz


Tendidos en la yerba
una muchacha y un muchacho.
Comen naranjas, comen besos
como las olas cambian sus espumas.
Tendidos en la playa
una muchacha y un muchacho.
Comen limones, cambian besos
como las nubes cambian sus espumas.
Tendidos bajo tierra
una muchacha y un muchacho.
No dicen nada, no se besan,
cambian silencio por silencio


Haz tu versión

Tendidos en

una              y un

Comen              comen

como


Tendidos

una                   y un

Comen                 , cambian

como


Tendidos

una                y

No dicen nada, no se

cambian


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