viernes, 29 de marzo de 2019

Black Shakespeare revisitado

Black

Título original
Black
Año
Duración
95 min.
País
Bélgica Bélgica
Dirección
, 
Guion
Adil El Arbi, Bilall Fallah, Hans Herbots, Nele Meirhaeghe (Novela: Dirk Bracke)
Música
Hannes De Maeyer
Fotografía
Robrecht Heyvaert
Reparto
, , , ,, , , ,, , , , ,, , , ,, , , 
Productora
Caviar Antwerp NV / A Team Productions / Centre du Cinéma et de l'Audiovisuel de la Fédération Wallonie-Bruxelles
Género
Drama | CrimenAdolescenciaDrama románticoBandas/pandillas callejeras
Sinopsis
Narra la historia de amor imposible entre dos jóvenes que pertenecen a bandas urbanas rivales. Mavela, 15 años, origen africano, es una “Black Bronx” del barrio de Matonge; y Marwan, un magrebí “1080” del distrito de Molenbeek Saint-Jean. Cuando ambos se enamoran —en comisaría— hasta el extremo de emprender una relación clandestina, la lealtad hacia el clan pandillero les plantea un serio conflicto, no sólo íntimo. Porque ser miembro de una banda implica serlo para siempre, y abandonarla resulta inviable. (FILMAFFINITY)
Premios
2015: Festival de Gijón: Sección oficial largometrajes a concurso
Críticas

martes, 26 de marzo de 2019

La fuerza del destino






Mecano letra




Surrealismo Cadáver exquisito







EL CADÁVER EXQUISITO: UN JUEGO CREATIVO QUE REVELA EL INCONSCIENTE GRUPAL


El "cadáver exquisito", el juego de los surrealistas para explorar el inconsciente.


Cadaver Exquisito 3








Hay quien postula que la historia de la literatura no es más que una reelaboración continua de dos o tres temas fundamentales. Para Juan Rulfo, estos temas eran el amor, la vida y la muerte. Las diferentes creaciones literarias serían, según esta tesis, nada más que pequeños fragmentos de una gran obra, una sola obra colectiva, que inconscientemente urdimos sumidos en la ilusión de la individualidad.
Esa es la idea fundamental del cadáver exquisito. La frase “El cadáver exquisito tomará el vino nuevo” fue, valga la redundancia,  el primer cadáver exquisito del que tenemos noticia, y al que debemos el enigmático nombre del juego. Sus artífices: Robert Desnos, André Bretón y Tristán Tzara. Reunidos, seguramente, en el café Voltaire de Zurich, donde se fraguaron los arrebatos que darían lugar al Dadá, y más tarde al Surrealismo, estos tres hombres, hastiados de decadencia y hambrientos de nuevas realidades, pusieron a prueba uno de los postulados elementales del movimiento: la inclusión del azar en el proceso creativo.
 El automatismo, que ya había sido puesto en práctica por los primeros experimentos poéticos de Bretón y Soupault, adquiere en el juego del cadáver exquisito un nuevo matiz. La premisa es sencilla: en un papel, cada uno de los participantes debe anotar una palabra o una sencilla frase. A continuación, esa parte es ocultada mediante un pequeño pliegue y otro participante continúa la frase sin conocimiento alguno de lo precedente. Como se puede comprobar por el resultado del experimento fundacional, el juego revelaba posibilidades ocultas del lenguaje. Una especie de inconsciente compartido se anunciaba en la irracionalidad de las proposiciones –Max Ernst llegó a hablar de contagios intelectuales entre los participantes–.
El cadáver exquisito pronto se extendió a otros ámbitos. En el dibujo, la práctica dio como resultado imágenes alucinantes, figuras imposibles en las que el ensamblaje de las diferentes imaginaciones se traducía en una improbable unidad de conjunto. Algunos de los dibujos así obtenidos, entre los que destaca el realizado en 1928 por Man Ray, Yves Tanguy, Joan Miró y Max Morise, recuerdan a las inverosímiles figuras que pululan por “El jardín de las delicias”, de El Bosco.
Desde entonces la práctica del cadáver exquisito ha ido reapareciendo una y otra vez en el desarrollo de las artes. Pablo Neruda y Federico García Lorca lo pusieron en práctica en poemas que denominaron Discurso al alimón, en consonancia con la práctica taurina de agarrar la capa entre dos. Más recientemente, el cineasta Apichatpong Weerashetakul, realizó en el 2000, un  proyecto cinematográfico basado en el cadáver exquisito. Se tituló Mysterious Object at Noon y sorprendió a todos por su frescura y su renovación de la narrativa fílmica contemporánea.
Lejos de ser una práctica exclusiva de artistas o intelectuales, el cadáver exquisito puede ser practicado por cualquiera, en cualquier circunstancia, y siempre, claro está, en compañía. El sueño surrealista de una poesía y un arte colectivos, intuitivos, lúdicos y automáticos –es decir, no dominados por la razón– se experimenta en el mágico momento en el que el papel es desplegado, y podemos observar como el dibujo o la frase, compuestos involuntariamente, se nos presenta con un halo de familiaridad. Como ese rostro que Borges soñó siendo uno y a la vez todos los rostros, el cadáver exquisito es expresión de la creatividad oculta que nos vincula.

Cadaver Exquisito
Cadaver Exquisito 2

Cadaver Exquisito 4

Cadaver Exquisito 5

Cadaver Exquisito 6

CADÀVER EXQUISITO 2919

La casa azul
La fabada de mi abuela
Manzana
Praga
Palomita dorada
Las estrellas del amanecer
ovni sonoro
Soledad eterna
Unicornios por el cielo
El pájaro pinto un cuadro
El gato volador
El rojo con pájaros negros
Hasta luego Maricarmen




Desde la oscuridad del sol,
motas de polvo universales,
cristianos fumando
noche de terror en mi mente.

Casa negra,
con una niña con el cuello torcido en una de las ventanas,
y ahora, delante de mí.
Los niños sin cabeza.

Moda callejera,
faldas y playeros como en Grease.
El muerto está vivo en un charco rojo,
muérete Felipe VI.

El altavoz mudo me habla,
la L canta sola,

Tiki Tiki miau miau.




GRUPO R/S 2019

Poemas

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Hoy va a ser un gran día, pero algo se va a romper.
Inhalo tus ideas como el humo del tabaco
blanco tintado de negro, ojos de color gris.
La silla de Alejandro es marrón.

Los pájaros del silencio en el que vuela mi cabeza.
Me gusta comer, es el mayor placer de la vida, ojalá no engordar.
Ramificaciones melódicas brotan de mis oídos
y Doña Pilar fue a comer un frigopié rechupeteado por Bernardo.


Cometer errores por hacer lo que debemos y no lo que queremos.
El viento acariciaba los fríos cristales,
me haría muy feliz una tortilla ahora mismo.

La vida es como una vela, nos autoquemamos.
Una ciénaga, un hogar,
y un hombre que llora con luz de noche,
unas cebras sin rayas y un pájaro sin pico.


El móvil que le salieron un par de alas y voló al sol para explotar,
como un ramo de rosas pisoteado con tu desprecio.
Que sigo siendo la misma loca que entre tus sábanas se perdía,
a Christian le gustan los molinos como a mí.

2018-1ºR/S

jueves, 7 de marzo de 2019

Prueba EvII

Prueba de Literatura Universal

El simbolismo: Baudelaire y Rimbaud,

Oscar Wilde.

Shelley. y Keats.

El Romanticismo,

Cartas de amor de una monja portuguesa

Películas: Amistades peligrosas/Mustang