Vidas al límite (pel
http://youtu.be/eQCFhmsWQOE
Rimbaud (1854-1891)
Soneto de las vocales
Arthur Rimbaud
Arthur Rimbaud
A negra, E blanca, I roja, U verde, O azul: vocales,
algún día diré vuestro origen secreto;
A, negro corsé velludo de moscas relucientes
que se agitan en torno de fetideces crueles, golfos de sombra;
E, candor de nieblas y de tiendas, lanzas de glaciar
fiero, reyes blancos, escalofríos de umbelas;
I, púrpura, sangre, esputo, reír de labios bellos
en cóleras terribles o embriagueces sensuales;
U, ciclos, vibraciones divinas de los mares verduzcos,
paz de campo sembrado de animales,
paz de arrugas que la alquimia imprimió en las frentes profundas;
O supremo clarín de estridencias extrañas, silencio
atravesado de Angeles y de Mundos;
O, la Omega, el reflejo violeta de sus Ojos!
Rimbaud soneto a las vocalesalgún día diré vuestro origen secreto;
A, negro corsé velludo de moscas relucientes
que se agitan en torno de fetideces crueles, golfos de sombra;
E, candor de nieblas y de tiendas, lanzas de glaciar
fiero, reyes blancos, escalofríos de umbelas;
I, púrpura, sangre, esputo, reír de labios bellos
en cóleras terribles o embriagueces sensuales;
U, ciclos, vibraciones divinas de los mares verduzcos,
paz de campo sembrado de animales,
paz de arrugas que la alquimia imprimió en las frentes profundas;
O supremo clarín de estridencias extrañas, silencio
atravesado de Angeles y de Mundos;
O, la Omega, el reflejo violeta de sus Ojos!
http://concienciapersonal.blogspot.com.es/2007/07/soneto-de-las-vocales.html
Soneto de las Vocales /Arthur Rimbaud > AGOSTINHO MANUEL BENTO DE OLIVEIRA 2010Categoría´
A imitación de Rimbaud
http://www.youtube.com/watch?v=94Cf9FHM9KI
Infancia, de Iluminaciones
"En el bosque hay un pájaro, su canto os detiene y ruboriza.
Hay un reloj que no suena.
Hay una hondonada con un nido de bestias blancas.
Hay una catedral que desciende y un lago que sube.
Hay un pequeño carruaje abandonado en la espesura que baja corriendo por el sendero, lleno de cintas.
Hay una banda de cómicos en trajes de teatro, percibidos en el camino a través de los confines del bosque.
Hay, en fin, cuando uno tiene hambre y sed, alguien que os expulsa.
(...)
Soy el santo, en oración en la terraza, cuando las bestias llegan hasta el mar de Palestina.
Soy el sabio en el sillón sombrío. Las ramas y la lluvia golpean la ventana de la biblioteca.
Soy el caminante de la ancha carretera entre los bosques enanos; el rumor de las esclusas cubre mis pasos. Por largo tiempo veo la melancólica lejía del poniente.
Sería gustoso el niño abandonado en el muelle que partió hacia la alta mar, el pajecillo que sigue la alameda cuya frente toca el cielo.
Los senderos son ásperos. Los montículos se cubren de retamas. El aire está inmóvil. ¡Que lejos los pájaros y las fuentes! Tiene que ser el fin del mundo, si avanzamos. "
Arthur Rimbaud Realeza
Infancia, de Iluminaciones
"En el bosque hay un pájaro, su canto os detiene y ruboriza.
Hay un reloj que no suena.
Hay una hondonada con un nido de bestias blancas.
Hay una catedral que desciende y un lago que sube.
Hay un pequeño carruaje abandonado en la espesura que baja corriendo por el sendero, lleno de cintas.
Hay una banda de cómicos en trajes de teatro, percibidos en el camino a través de los confines del bosque.
Hay, en fin, cuando uno tiene hambre y sed, alguien que os expulsa.
(...)
Soy el santo, en oración en la terraza, cuando las bestias llegan hasta el mar de Palestina.
Soy el sabio en el sillón sombrío. Las ramas y la lluvia golpean la ventana de la biblioteca.
Soy el caminante de la ancha carretera entre los bosques enanos; el rumor de las esclusas cubre mis pasos. Por largo tiempo veo la melancólica lejía del poniente.
Sería gustoso el niño abandonado en el muelle que partió hacia la alta mar, el pajecillo que sigue la alameda cuya frente toca el cielo.
Los senderos son ásperos. Los montículos se cubren de retamas. El aire está inmóvil. ¡Que lejos los pájaros y las fuentes! Tiene que ser el fin del mundo, si avanzamos. "
Partida”
Visto suficiente. Hallada la visión en todos los espacios.
Tenido suficiente. Rumores de las ciudades, al anochecer, y al sol, y siempre.
Conocido suficiente. Los decretos de la vida.
─¡Oh Rumores y Visiones!
¡Partida a la afección y al ruido nuevos!
Tenido suficiente. Rumores de las ciudades, al anochecer, y al sol, y siempre.
Conocido suficiente. Los decretos de la vida.
─¡Oh Rumores y Visiones!
¡Partida a la afección y al ruido nuevos!
Rimbaud (1854-1891)
Iluminaciones
En el bosque hay un pájaro, su canto os detiene y
ruboriza.
Hay un reloj que no suena.
Hay una hoyada pantanosa con un nido de bichos blancos.
Hay una catedral descendente y un lago ascendente.
Hay un pequeño carruaje abandonado en el soto, o bien bajando a todo correr por el sendero, adornado con cintas.
Hay una compañía de comiquillos de la legua, vestidos para la actuación, divisados en el camino por entre la linde del bosque.
Hay, en fin, cuando tenéis hambre y sed, alguien que os echa de allí..
Hay un reloj que no suena.
Hay una hoyada pantanosa con un nido de bichos blancos.
Hay una catedral descendente y un lago ascendente.
Hay un pequeño carruaje abandonado en el soto, o bien bajando a todo correr por el sendero, adornado con cintas.
Hay una compañía de comiquillos de la legua, vestidos para la actuación, divisados en el camino por entre la linde del bosque.
Hay, en fin, cuando tenéis hambre y sed, alguien que os echa de allí..
Hay
Arthur Rimbaud Realeza
Cierta hermosa mañana, en un lugar habitado por
gente amabilísima, un hombre y una mujer
extraordinarios gritaban en la plaza:
"Amigos, quiero que sea Reina. Quiero ser Reina"
Ella reía temblorosa, El hablaba a los amigos
de revelación, de prueba concluida.
Y ambos desfallecieron de dicha, uno la lado del otro.
Y, en efecto, fueron reyes durante una mañana.
En que volvieron a lucirse carmesíes en las casas.
Y durante toda una tarde en que se aventuraron.
A ir por las cercanías de los jardines de palmeras.
gente amabilísima, un hombre y una mujer
extraordinarios gritaban en la plaza:
"Amigos, quiero que sea Reina. Quiero ser Reina"
Ella reía temblorosa, El hablaba a los amigos
de revelación, de prueba concluida.
Y ambos desfallecieron de dicha, uno la lado del otro.
Y, en efecto, fueron reyes durante una mañana.
En que volvieron a lucirse carmesíes en las casas.
Y durante toda una tarde en que se aventuraron.
A ir por las cercanías de los jardines de palmeras.
Cierta hermosa mañana, en un lugar habitado por
gente amabilísima, un hombre y una mujer
extraordinarios gritaban en la plaza:
"Amigos, quiero que sea Reina. Quiero ser Reina"
Ella reía temblorosa, El hablaba a los amigos
de revelación, de prueba concluida.
Y ambos desfallecieron de dicha, uno la lado del otro.
Y, en efecto, fueron reyes durante una mañana.
En que volvieron a lucirse carmesíes en las casas.
Y durante toda una tarde en que se aventuraron.
A ir por las cercanías de los jardines de palmeras.
gente amabilísima, un hombre y una mujer
extraordinarios gritaban en la plaza:
"Amigos, quiero que sea Reina. Quiero ser Reina"
Ella reía temblorosa, El hablaba a los amigos
de revelación, de prueba concluida.
Y ambos desfallecieron de dicha, uno la lado del otro.
Y, en efecto, fueron reyes durante una mañana.
En que volvieron a lucirse carmesíes en las casas.
Y durante toda una tarde en que se aventuraron.
A ir por las cercanías de los jardines de palmeras.
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