NOVELA
La primera regla del club de la lucha es no hablar del club de la lucha. Cada fin de semana, en sótanos y aparcamientos de todo el país, jóvenes oficinistas se quitan los zapatos y las camisas y pelean entre sí hasta la extenuación. Los lunes vuelven a sus despachos con los ojos amoratados, algún diente de menos y un sentimiento embriagador de omnipotencia. Pero estas reuniones son solo el comienzo del plan con el que Tyler Durden, proyeccionista, camarero y oscuro genio anárquico, aspira a vengarse de una sociedad paralizada por el consumismo exacerbado.
La corriente literaria en la que se incluye a Palahniuk es el realismo sucio. A esta pertenecen también clásicos como Charles Bukowski o Raymond Carver. El realismo sucio se caracteriza por un estilo directo, sin florituras, y unos personajes que andan siempre explorando los límites del ser humano.Profética y provocadora, El club de la lucha es considerada una de las novelas más orginales de los últimos años, y ya desde su publicación en 1990 convirtió a Chuck Palahniuk en un autor de culto.
El punto de partida de El club de la lucha es el desprecio al modo de vida burgués, el nihilismo (“nada vale nada”), el tedio vital, la omnipresencia de lo que Nietzsche llamó el “último hombre“, débil, mediocre, conformista, gregario: trabajo inmoral y jefe sin escrúpulos, hipoteca y muebles de IKEA. El “último hombre” es un no-muerto, es decir, no vive pero tampoco está en el ataúd, un zombi: habita en una zona fronteriza donde nada tiene sentido pero todo está muy ordenado
Esta situación que Nietzsche analizaba en el Zaratustra a finales del siglo XIX es el fundamento de nuestra vida cotidiana. La solución del filósofo alemán al nihilismo pasaba por destruir falsos ídolos como la moral cristiana, que se prolonga hoy día en el culto hipócrita a los Derechos Humanos, la democracia representativa, diseñada para que el más miserable se haga con el poder, y una visión de la vida centrada en el futuro o el más allá y no en el presente. Nietzsche sugiere, por el contrario, dar a cada instante un valor absoluto porque ha de repetirse infinitamente en adelante y se ha repetido infinitas veces en el pasado. Esa es la idea básica de la doctrina del eterno retorno.
........................si quieres una interpretación filosófica, pulsa aquíLA PELÍCULA
Año1999
Otras películas de David Fincher
2010
2007
1999
1997
1995
1992
No hay comentarios:
Publicar un comentario