El nacimiento de la gran
literatura norteamericana (1830-1890). De la experiencia vital a la literatura.
Es en el siglo
XIX cuando la literatura estadounidense empieza a dar sus frutos. Se aprecia la
influencia europea con temas, tópicos y mitos occidentales, si bien es verdad
que la literatura estadounidense tiene su propio signo. Una herencia a la vez
puritana (por vía de la religión y las costumbres) y racionalista (por la vía
de la filosofía, la política, la Constitución …) da pie a una literatura
saturada de ansia de libertad. Poe será
quien abra paso a una generación de autores estadounidenses que llevan su
experiencia vital a la literatura. Entre ellos hay que destacar a Henry James o
Mark Twain.
Principales narradores norteamericanos :
Hawthorne. Escribe
novelas que exploran temas como el pecado, la represión de las emociones o el
sentimiento de culpa. Su obra maestra, La
letra escarlata, aborda el drama de una mujer condenada socialmente a la
marginación por haber cometido adulterio.
Melville. Es autor de Moby Dick. En esta novela asistimos a
una expedición que organiza el capitán Acab para capturar a Moby Dick, una
enorme ballena blanca que, en una expedición anterior le había dejado sin una
pierna. Esta persecución simboliza el afán del ser humano por controlar la
naturaleza.
Mark Twain. Supo
convertir en literatura, con gran sencillez y humor, su rica experiencia vital.
A modo de ejemplo, la aparición en sus novelas del río Mississippi se relaciona
con su oficio como conductor de barco de vapor por este río. Así pues, utilizó
para los temas de sus relatos la vida cotidiana, sus recuerdos de niñez y las
costumbres populares. Sus obras más destacadas con Las aventuras de Tom Sawyer, donde relata las travesuras de un
grupo de niños, y Las aventuras de
Huckleberry Finn, que narra la escapatoria por el río Mississippi del joven
protagonista con un esclavo fugitivo.
Henry James. Nació en
Nueva York y pasó su juventud entre Europa y Estados Unidos. Su estilo se
caracteriza por el empleo de oraciones largas y barrocas y por el uso abundante
de descripciones. Escribió Otra vuelta de
tuerca, que es una historia de fantasmas.
El renacimiento del cuento
El siglo XIX
es el gran siglo del cuento. En la primera mitad, algunos escritores como los
hermanos Grimm en Alemania recogen
por escrito narraciones populares de transmisión oral: Caperucita, Pulgarcito, La Cenicienta …
El alemán Hoffmann crea en sus narraciones una
atmósfera inquietante de irrealidad y misterio, a base de mezclar lo fantástico
y lo cotidiano. Destaca su cuento “El
hombre de la arena”.
En Norteamérica
hay que mencionar a: Washington Irving por cuentos como el
de Rip van Winkle, que trata la
historia de un hombre que se retira al monte y queda dormido durante varios
años. Cuando despierta, el mundo ha cambiado tanto que él se considera una reliquia
del pasado.
Poe. Es el gran
impulsor del género y puede que sea el primer escritor estadounidense con una
nueva forma de entender la ficción y la poesía. Su poema más conocido es “El cuervo”, escrito en forma de diálogo
entre el pájaro y el propio autor.
Como narrador, destacan
sus Narraciones extraordinarias. Estos
relatos sobresalen por la dosificación de la intriga y por la capacidad
de sorprender. Poe prefiere los detallados análisis psicológicos a la
acumulación de acciones externas. En vez de la descripción de lugares, se
decanta por el análisis de la angustia que se siente en ellos. Contrasta el
ambiente realista de sus historias con el fondo de misterio y terror que hay en
ellas.
En cuanto a
los contenidos, predomina el terror, el misterio, crímenes, personajes en
situaciones límite, las pesadillas, los espectros, lo insólito y lo
sobrehumano. Los relatos más conocidos
son: “Manuscrito hallado en una botella”,
“El escarabajo de oro”, “El corazón delator”, “El gato negro”, “La caída de la
casa Usher” o los relatos policíacos “Los crímenes de la calle Morgue” y “La
carta robada”.
El ruso Chéjov es también un gran renovador del
cuento. Por sus relatos breves desfilan todos los estratos sociales (médicos,
artesanos, criados, aristócratas…). Chéjov recrea sus vidas cotidianas con
humor no exento de crítica, y las eleva a categoría artística y a símbolos de
la existencia humana. Los relatos apenas tienen argumento y están relatados con
sencillez y objetividad. Destaca su cuento “Vanka”,
en el que el protagonista, que es un aprendiz de zapatero, escribe a su abuelo
con nostalgia.
Podemos
mencionar también al francés Maupassant
con cuentos como “El Horla”, en el
que el autor, a través de un diario, nos muestra las supuestas alucinaciones del
protagonista, el cual siente la presencia de un ente que él llama el Horla.
También destacan relatos como “Bola de
sebo” y “El collar”, que trata
del esfuerzo de una mujer con aspiraciones de grandeza por devolver a su amiga
un collar que le había prestado, pero que acabó perdiendo.
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textos Ejercicios
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textos Ejercicios
La gran
novela americana
Moby Dick (1851)
de Herman Melville
Llamadme
Ismael. Hace unos años -no importa cuánto hace exactamente-, teniendo poco o
ningún dinero en el bolsillo, y nada en particular que me interesara en tierra,
pensé que me iría a navegar un poco por ahí, para ver la parte acuática del
mundo. Es un modo que tengo de echar fuera la melancolía y arreglar la
circulación. Cada vez que me sorprendo poniendo una boca triste; cada vez que
en mi alma hay un nuevo noviembre húmedo y lloviznoso; cada vez que me
encuentro parándome sin querer ante las tiendas de ataúdes; y, especialmente,
cada vez que la hipocondria me domina de tal modo que hace falta un recio
principio moral para impedirme salir a la calle con toda deliberación a
derribar metódicamente el sombrero a los transeúntes, entonces, entiendo que es
más que hora de hacerme a la mar tan pronto como pueda. Es mi sustituto de la
pistola y la bala. Catón se arroja sobre su espada, haciendo aspavientos
filosóficos; yo me embarco pacíficamente. No hay en ello nada sorprendente. Si
bien lo miran, no hay nadie que no experimente, en alguna ocasión u otra, y en
más o menos grado, sentimientos análogos a los míos respecto del océano.
(...)
(...)
Las aguas que
le rodeaban se iban hinchando en amplios círculos; luego se levantaron raudas,
como si se deslizaran de una montaña de hielo sumergida que emergiera
rápidamente a la superficie. Se intuía un rumor sordo, un zumbido
subterráneo...Todos contuvieron el aliento al surgir oblicuamente de las aguas
una mole enorme, que llevaba encima cabos enmarañados, arpones y lanzas. Se
elevó un instante en la atmósfera irisada, como envuelta en una grasa de
finísima textura, y volvió a sumergirse en el océano. Las aguas, lanzadas a
treinta pies de altura, fulgieron como enjambres de surtidores, para caer luego
en una vorágine que circuía el cuerpo marmóreo de la ballena. "
“Me parece que lo que llaman mi sombra aquí en
la tierra es mi verdadera sustancia. Yo pienso que, al observar las cosas de
manera espiritual, nos parecemos mucho a las ostras mirando el sol desde el mar
y creyendo que la densa agua es la más fina de las atmósferas. Yo creo que mi
cuerpo no es nada más que la escoria de mi mejor ser. De hecho, que se lleven
mi cuerpo, quienquiera que vaya a hacerlo, digo, ése no soy yo.”
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