Valientes y putas 0
Balones y machitos
“Si
hubiera un ranking de insultos escuchados en un campo de fútbol español, yo me
jugaría una mano a que el primer lugar lo ocuparía "hijo de puta".
Cierto que en ello influye que en el fútbol el árbitro es el punto de
referencia de todas las maldades, el Lucifer frente al paraíso feliz de los
aficionados, pero como es un hombre (las mujeres árbitro son aún
estadísticamente anecdóticas), una parte del público, más numerosa de lo que se
quiere hacer creer, se acuerda siempre de su madre, porque hijo de puta es un
insulto muy español que se usa incluso en tono coloquial. El hecho de que a los
árbitros se les conozca por sus dos apellidos -y no a los futbolistas ni a los
entrenadores- explica suficientemente las cosas.
Los cánticos de un sector del Gol Sur del Benito
Villamarín la pasada
semana contra la ex novia del jugador Rubén Castro, acusado de
cuatro delitos de malos tratos y
uno de amenazas por los que el fiscal pide dos años y un día de cárcel, indican
que el machismo violento es una herida más profunda de lo que parece y que
difícilmente sana con agua oxigenada y mercromina. "Rubén alé, Rubén alé,
no es culpa tuya, es una puta, lo hiciste bien" más que un cántico
horroroso, es todo un manual del machito violento. "Alé, alé", es
vuélvelo a hacer; "no es culpa tuya", es aquello de pega a tu mujer
aunque no sepas por qué, ya lo sabrá ella; "es una puta", es el
recurso habitual de la moral de los puteros; "lo hiciste bien", es
pura y llanamente una incitación al maltrato, una legitimación de la violencia.
Recientemente, el futbolista del Athletic Iker Muniain anunció el nacimiento de su primer hijo.
En las redes sociales recibió felicitaciones de mucha gente, pero una iba más
allá felicitándole a él, pero sobre todo a ella "que va a vivir del cuento
toda su vida". El resto me lo ahorro porque era tan insultante que es
fácilmente imaginable. Las mentes del machismo son poco complejas.
Cuando la Administración
pública y la del fútbol decidieron que, entre otras cosas,había que vigilar la violencia verbal en los estadios,
el sector más arcaico del este deporte (que es el más numeroso, no nos
engañemos) hilvanó, uno detrás de otro, presuntos chistes sobre cómo protestar
las decisiones del árbitro, la actitud de los futbolistas, el gesto de un
entrenador o la animación de la hinchada rival. En resumen, venían a decir,
cómo protestar al árbitro si no te puedes cagar en su puta madre... Siempre la
madre como tótem de todos los males, siempre la mujer en el ojo ciclópeo del
machismo. Nada dolió más en el fútbol patrio de los machitos de la patria que
el fútbol femenino porque "ni es fútbol", decían "ni es
femenino". No se puede ser más gráfico con tan pocas palabras.
Pero aun así, no se
tiene constancia de haber llegado a tanto como esos ultras del Betis jaleando
la violencia de género. La tardía reacción de los
dirigentes del club es tan ancestral que ya no sorprende. Los comentarios que
aún hoy se pueden leer en muchos medios de comunicación, en las conversaciones
entre los lectores, rozan, cuando no invaden, el territorio del delito. Solo
falta la clásica, rancia, hiriente y dolorosa sentencia que aún pervive como
una postilla en la piel de una parte de la sociedad: "Mujer tenías que
ser". Y en el Benito Villamarín nadie cantó nada, nadie dijo nada, nadie
escuchó nada. Silencio, siempre el silencio.”
Por EDUARDO RODRIGÁLVAREZ El País
26-2-2015
Aquí varios interesantes artículos sobre la violencia en el deporte
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La Comisión Antiviolencia, reunida de urgencia un día antes de lo habitual, ha propuesto el cierre parcial del Benito Villamarín por los cánticos ofensivos contra la exnovia del futbolista Rubén Castro que se han venido entonando por los ultras del Betis en la grada de Gol Sur del estadio verdiblanco. La comisión, integrada por representantes del Consejo Superior de Deportes, la Liga de Fútbol Profesional y los cuerpos de seguridad del Estado, actúa después de estudiar la denuncia presentada por la propia Liga.
El organismo que preside Javier Tebas presentó un vídeo del partido Betis-Ponferradina del pasado ocho de febrero y otro del Betis-Girona del pasado sábado, los dos de la Segunda División, en los que se escucharon los cánticos contra la expareja de Rubén Castro: “Rubén Castro, Alé, Rubén Castro Alé, no fue tu culpa, era una puta, lo hiciste bien”. El delantero bético está acusado por la fiscalía por cuatro delitos de maltrato y uno de amenazas a su expareja.
La Comisión, tras decisión unánime de todos sus componentes, propone a la Federación Española de Fútbol, en concreto a su Comité de Competición, una de las medidas más graves que se contemplan en la nueva normativa acordada por la propia Federación Española en su Reglamento interno y Código Disciplinario: el cierre parcial de una de las gradas del estadio verdiblanco. En concreto, se trata de la del Gol Sur, donde se ubican los hinchas radicales del conjunto andaluz. No obstante, el grupo que entonó los cánticos es de unos 200 aficionados en una grada con capacidad total para 4.650 espectadores, todos socios de la entidad.
El Comité de Competición tratará la cuestión la próxima semana y debe incoar un expediente al Betis, que tiene previsto presentar alegaciones en su defensa. En la entidad andaluza están a la espera de que Competición concrete cómo se llevará a cabo el cierre, si será de toda la grada o de solo la zona en la que se ubican los radicales y, del mismo modo, si los abonados podrán ser reubicados en otras zonas del estadio bético, con capacidad para 50.000 espectadores.
La Comisión Antiviolencia solicita al Betis todo tipo de pruebas que permitan la identificación de los autores de los cánticos y pide al club que visione todos los vídeos de anteriores partidos a los de la Ponferradina y el Girona para comprobar si estos cánticos se han repetido a lo largo de la temporada.
Al mismo tiempo, Antiviolencia aclara que los hechos denunciados son constitutivos de delito, por lo que remite a la fiscalía de Sevilla todos los datos que obran en su poder y los que ha solicitado al propio Betis a efectos de su posible consideración penal. El propio ministerio público decidió actuar de oficio el pasado martes, opción adoptada por María José Segarra, fiscal jefe de Sevilla.
Este cierre parcial del Benito Villamarín sería la sanción más grave que se propone desde que la propia Liga y el Consejo Superior de Deportes decidieran adoptar medidas de control en los estadios de Primera y Segunda División, tras la muerte de un seguidor del Deportivo el pasado 30 de noviembre a manos de ultras del Atlético de Madrid. Desde mediados del mes de enero, un delegado de la Liga ha estado presente en los campos del fútbol profesional español para informar de cánticos y conductas degradantes y presuntamente delictivas.
En las últimas semanas, los informadores de la Liga han denunciado también cánticos como los de “Cristiano borracho” que tuvieron lugar en el Camp Nou. No obstante, hasta este momento el Comité de Competición de la federación no ha tenido en cuenta para sancionar los informes presentados por la propia Liga. Las relaciones entre las dos instituciones no son nada buenas. El consejo de administración del Betis se reunió ayer para tratar la decisión adoptada por la Comisión Antiviolencia.
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